Paraguay está en proceso de entrar en el mismo círculo vicioso que ha llevado a la ruina a países vecinos y de la región, con inflación, estancamiento, emisión inorgánica para financiar el alto y continuado déficit fiscal, endeudamiento para gastos corrientes, medidas populistas para calmar o ganarse simpatía política de grupos de presión, lo que, a su vez, genera más gasto improductivo, más endeudamiento, más déficit, más emisión monetaria, más inflación y más estancamiento, todo mezclado con ineficiencia y corrupción. Todavía no hace tres meses que se está ejecutando el de por sí deficitario Presupuesto 2022 y ya ha habido una ampliación de la ley de emergencia, subsidios al combustible, empiezan tempranamente los reclamos de aumento salarial en el sector público en un año electoral y es un hecho el ajuste del salario mínimo en el sector privado. Esta situación impacta en la calidad de vida de la mayoría y compromete el futuro del país.