Las sesiones gratuitas con delfines amazónicos-financiadas con apoyos de patrocinadores- se practican desde 2006 en el estado de Manaos, Brasil, y han beneficiado a unas 400 familias de jóvenes con autismo, parálisis cerebral y síndrome de Down, entre otras condiciones.
ESTAMBUL. La reducción del tráfico marítimo y la prohibición de pescar en aguas de Estambul por el coronavirus ha sido una buena noticia para los delfines, los habitantes más antiguos y amados de las aguas del estrecho del Bósforo, entre Europa y Asia.
El delfín nariz de botella entiende cómo debe cooperar con su compañero para realizar una tarea y es capaz de sincronizar su conducta con una precisión única entre animales salvajes.
En Brasil, el proyecto EcoDrones monitorea las poblaciones de delfines sobre el río Jarauá, a 500 km de Manaos, la capital del estado de Amazonas. A fines del pasado mes de junio se realizó la última expedición en la Reserva de Desarrollo Sostenible Mamirauá de Amazonas. Ella buscó comparar los datos obtenidos por la observación directa con los registros de los drones.
Las poblaciones de delfines de agua dulce en la cuenca del Amazonas están disminuyendo abruptamente a un ritmo desalentador: el número de estos mamíferos acuáticos se reduce a la mitad cada década, según un estudio de la revista especializada PLOS One, en el que se demuestra que las poblaciones de dos especies de delfines de río, el boto (Inia geoffrensis), y el tucuxi (Sotalia fluviatilis), están en fuerte declive.
SAO PAULO. Amenazados por las hidroeléctricas, la contaminación y la pesca, los delfines rosados de la Amazonía son rastreados ahora vía satélite.