La misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) finalizó ayer en nuestro país la cuarta revisión del “Instrumento de Coordinación de Políticas” (ICP) y la segunda bajo el “Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad” (SRS), cuyos resultados analizaría su directorio a finales del año. Conozca sus conclusiones sobre la economía, la inflación, el déficit fiscal y el controvertido proyecto de ley de la función pública en este material informativo.
En el primer semestre de 2024, varios países latinoamericanos han experimentado un deterioro en sus cuentas fiscales, incluyendo a las dos mayores economías de la región, Brasil y México. Según un informe de Fitch Ratings, este deterioro en las finanzas públicas se da en la mayoría de los países de la región, salvo ciertas excepciones positivas, como Argentina, Ecuador, Guatemala, Nicaragua y Paraguay.
Ya desde antes de asumir, las autoridades económicas de este Gobierno afirmaron que la administración anterior recurría a maniobras y maquillajes contables para ajustarse artificialmente al tope nominal del déficit fiscal, que aseguraron era totalmente ficticio. Resulta que ahora hacen lo mismo, solo que de manera distinta. De acuerdo con la seria acusación, antes ejecutaban obras, pero nos las pagaban y escondían esas deudas bajo la alfombra para pasarlas a ejercicios posteriores, con el objetivo de cerrar el balance del año dentro del déficit previsto. Ahora presupuestan las obras, con lo cual generan el compromiso, pero no las ejecutan, con el idéntico fin de acomodar las cuentas y “patear” el problema para más adelante. El telón de fondo de ambos escenarios es el exceso de gasto fijo y corriente, que consume la mayor parte de los recursos, y lo grave es que sigue sin hacerse absolutamente nada para revertir la tendencia.
El organismo internacional realizó un compendio de la situación fiscal de Paraguay en el 2023 en el que se señalaba que, a fines de octubre, el déficit fiscal anualizado del Gobierno central correspondía en base efectivo a 3,2% del Producto Interno Bruto (PIB), con excedentes del gasto primario corriente en partidas como compras de medicamentos y desembolsos para comedores escolares, y pagos de intereses (0,2% del PIB).
El déficit fiscal anualizado al mes de junio se mantiene en 3,2% del PIB, de acuerdo con el informe que dio a conocer este martes el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Aumentaron los ingresos, pero también los gastos.
De acuerdo al Instrumento de Coordinación de Políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) rubricado, se apuntaba, entre otros puntos, a abordar los desafíos actuales y promover la continuidad de las políticas dentro de un periodo de dos años: el último del gobierno de Abdo Benítez y el primero de Santiago Peña. Las revisiones del programa se harían conforme a un calendario semestral fijo. El pacto precisaba que, si bien el instrumento no entrañaba el uso de recursos del FMI, la conclusión con éxito de las revisiones del programa contribuiría a demostrar que Paraguay tenía el compromiso de mantener políticas económicas sólidas y de llevar a cabo reformas estructurales.