Como cada 15 de diciembre, hoy es un día especial para los amantes del anime, manga y todo lo relacionado con la cultura japonesa.
En su columna La Máquina del Tiempo, el Crononauta nos lleva al Japón de la posguerra para reflexionar sobre un curioso episodio de la historia del siglo XX y sobre las vidas paralelas de los escritores Yukio Mishima y Kenzaburo Oe, Premio Nobel de Literatura fallecido en marzo.
Existen hasta la fecha solo dos Nobel de Literatura japoneses. El primero, Yasunari Kawabata, murió hace más de medio siglo, en 1972; el segundo, Kenzaburo Oe, ha fallecido en marzo. Para la comprensión de la obra de Oe y de las posibles razones de su real aunque inconfeso olvido, pocas palabras podrían prepararnos tan bien como las que hoy le dedica el escritor y periodista Alfredo Grieco y Bavio, desde Buenos Aires, en exclusiva para El Suplemento Cultural.
Desde las «Notas de la Posada del Ruiseñor» (1815) hasta «Polvo de ciruelas» (1844), pasando por «Historias de náufragos» (1835) y los «Cuentos del Jardín de los Conejos» (1825), una nave misteriosa surca la literatura japonesa del siglo XIX: su nombre es Utsuro Bune.
De Toshiro Mifune, Akira Kurosawa, Tatsuya Nakadai y Shugoro Yamamoto, y de un momento de brillo excepcional del cine japonés del siglo XX habla esta fotografía tomada hace 60 años y que, en su columna La Máquina del Tiempo, el Crononauta rescata hoy para nuestros lectores.
Del primer cineasta que logró abrir las puertas de la cinematografía de oriente a los espectadores occidentales habla este artículo de Gian P. Codarlupo.