París, 21 sep (EFE).- El caso Pelicot que se está juzgando en Aviñón ha llevado a 200 hombres conocidos por ser personalidades sobre todo del mundo del espectáculo y de la cultura a reclamar el reconocimiento de que “la violencia masculina es una realidad sistemática” y hay que actuar para que eso cambie.
Mañana habrá marchas en todo el mundo por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. ¿Qué violencia es esta que tantos debates suscita, que se nombra hasta el hartazgo y tantos no pueden ver o se resisten a ver?
El movimiento feminista, cada vez más en auge por la fortaleza de las mujeres y, en parte, por el impulso de las redes sociales, ha dado lugar a todo un vocabulario. Algunos de sus significados puede que todavía sean desconocidos para algunas o algunos, pero se vuelven recurrentes en internet o los círculos activistas.
A propósito del escándalo por las respuestas del cantante en una reciente entrevista al grupo paraguayo de polca y cumbia The Fenders.
Probablemente el campo intelectual que hoy presenta más cambios y diversificaciones y se somete a más autocrítica sea el feminismo contemporáneo. Bajo la polisemia del término “feminismo”, que parece difícil aplicar a tal pluralidad de corrientes e interpretaciones, “si algo en común nos mueve a las feministas, es el deseo”, escribe la comunicadora y activista Verónica Villalba, máster en Género y Políticas Públicas.
«Si les arrebatamos su humanidad a otros, perdemos la nuestra. Si pisoteamos la dignidad de otros, perdemos la nuestra», escribe la poeta y filósofa anarquista Montserrat Álvarez.