La región de América Latina y el Caribe enfrenta el 2025 con un panorama económico moderadamente optimista, según el informe “Situación y Perspectivas Económicas Mundiales 2025″ de las Naciones Unidas, dado a conocer esta semana, destaca un despacho de la agencia Efe. Prevé que el crecimiento regional aumente de un 1,9% en 2024 a un 2,5% en 2025, un leve repunte que estará impulsado por una mejora en el consumo privado, políticas monetarias más relajadas y un crecimiento más robusto en las exportaciones. Sin embargo, la región sigue enfrentando retos estructurales. La desaceleración del crecimiento del PIB “per cápita” durante la última década ha obstaculizado los avances en la reducción de la pobreza extrema y la desigualdad. Aunque la inflación está disminuyendo gradualmente, se mantiene alta en algunas economías clave, lo que representa un desafío continuo para los hogares más vulnerables.
CIUDAD DE PANAMÁ. El futuro medioambiental de Panamá es “preocupante” por los efectos de la crisis climática, con un incremento de las temperaturas, riesgo de incendios en las áreas boscosas y un cambio en el comportamiento de las precipitaciones, según un estudio lanzado este viernes por el Gobierno.
BRUSELAS. Cerca de 1.234 millones de personas se verán afectadas por el cambio climático en el año 2070 si se cumplen los peores pronósticos del Centro Común de Investigación de la Unión Europea (JRC, por sus siglas en inglés).
GLASGOW. Más de 250 activistas, organizaciones y empresas exigieron este martes a tecnológicas como Google, Facebook y Twitter que establezcan mecanismos contra la “desinformación climática” similares a los que crearon para evitar contenidos falsos sobre la pandemia de coronavirus.
GLASGOW. Mil millones de personas se verán afectadas por una “combinación fatal de calor y humedad” si las temperaturas a final de siglo suben 2 ºC respecto a los valores preindustriales, según un estudio publicado este martes por la Oficina Meteorológica británica (MET Office).
MADRID. El movimiento ‘hippie’ libertario y pacifista de los años 60 ha dado paso a una nueva forma de rebeldía en el siglo XXI protagonizada por jóvenes de todo el mundo que luchan por hacerse oír en la toma de decisiones enfocadas a transformar nuestro planeta en un lugar más sostenible y ambientalmente más justo.