GINEBRA (SUIZA). Las sequías y crecidas extremas que se producen actualmente en varias partes del mundo son un “indicador” de las evoluciones futuras, con un ciclo del agua más irregular debido al cambio climático, advirtió la ONU el lunes.
Itá Corá, Ñeembucú. Sigue subiendo la cifra de damnificados en el décimo segundo departamento. La crecida del río Paraná afecta a 1.500 familias ribereñas, de las cuales varios sufren de hipertensión, diarrea y alergia. La situación se vuelve cada vez más dramática y la ayuda del Gobierno Nacional no llega.
La inundación de los barrios ribereños de esta capital departamental y de Presidente Franco mantiene fuera de sus hogares a unas 500 familiares, quienes están refugiadas en albergues y en casas alquiladas o de familiares desde hace más de una semana. El descenso del agua será posible una vez que se clausuren las compuertas de Itaipú.
Hace una semana quedaron inhabilitados siete puertos de la zona de Itapúa, mientras más de 150 familias ribereñas fueron desplazadas en San Cosme y Damián. En el distrito de Natalio se reportó un descenso de 30 cm del nivel del recurso hídrico y genera una leve esperanza de que se inicie una bajante.
CIUDAD DEL ESTE. Dos mujeres que no se percataron del aumento del nivel del río Paraná cayeron con su automóvil en el cauce hídrico y milagrosamente fueron rescatadas por vecinos. El hecho ocurrió anoche en el muelle ubicado en el sector IV del barrio Remansito de esta capital departamental.
La crecida de arroyos y del río Paraná, que inunda varias comunidades ribereñas de Alto Paraná, se mantiene estable a una semana de la riada, con pequeñas oscilaciones. Las familias damnificadas del interior del departamento reciben asistencia a cuentagotas.