16 de noviembre de 2024
En mi comentario del domingo pasado, señalé el olvido en que tenemos a muchos compatriotas y extranjeros que hicieron aportes importantes al país. El caso del héroe de la Guerra del 70, coronel Francisco Martínez, es peor. Su nombre en una calle céntrica fue cambiado por el de alguien a quien nadie conoce. Es un tal Eduardo Víctor Haedo, político uruguayo, que endulzó los oídos de Stroessner con esta frase: “La tierra paraguaya es roja por la sangre de sus héroes”. El dictador ordenó que se lo inmortalizara, con lo que el valiente coronel Martínez fue castigado por segunda vez. La primera fue por el mariscal López, que martirizó también a su esposa, la joven y bella Juliana Insfrán.