17 de noviembre de 2024
Esta vez, los perjudicados por la ola de robo de animales vacunos en el Alto Paraguay fueron familias humildes de la comunidad indígena Guidaichai, de la etnia de los ayoreos del distrito de Carmelo Peralta. Los marginales, al ser descubiertos por los nativos, tuvieron que huir y dejar la carne de los vacunos sacrificados, no sin antes herir con arma de fuego a un nativo. El negocio del abigeato goza de buena salud, ya que cuenta con la protección de la rosca mafiosa de autoridades y políticos de la zona.