En el contexto del desarrollo económico regional, las zonas transfronterizas de América Latina han sido señaladas como áreas clave para impulsar el comercio, la productividad y la integración regional. Para el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), estas áreas actúan como bisagras de desarrollo, dada su capacidad para potenciar tanto el comercio intra como extrarregional, y fomentar cadenas de valor que favorezcan un desarrollo integral. Sin embargo, alcanzar este potencial requiere un enfoque pragmático orientado a resultados, que contemple las dinámicas comerciales locales, integre sectores diversos y fomente la innovación en la gestión de planes de acción.
El comercio en frontera es uno de los más afectados por la crisis económica causada por la pandemia del coronavirus, y a cuatro meses del inicio del confinamiento este sector tiene pocas respuestas y cero soluciones. Tanto desde Ciudad del Este como Encarnación coinciden en algunos puntos en común de cara a la reactivación económica: Inversión en obras públicas, subsidios como el tan esperado Pytyvõ 2.0, alternativas para una reapertura controlada o parcial de fronteras y sobre todo, poca burocracia, pues el tiempo es algo que ya no tienen.
Si Brasil reduce a 4% la tasa para electrónica, celulares y otros, aunque sea mayor que el 2% de Paraguay en esos rubros, debido a la economía de escala del país vecino, podría frenar nuestra reexportación, sostiene Cadep.
Los sectores público y privado deben sentarse a conversar para monitorear, analizar y gestionar, de acuerdo a las circunstancias, el aumento de demanda de productos nacionales por parte de compradores argentinos, a fin de que el fenómeno se convierta en algo propicio y no en un nuevo esquema perjudicial para nuestro país. “Ya demasiados daños hemos recibido en los últimos años del vecindario”, afirmó el titular de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), Carlos Jorge Biedermann.