Cientos de clientes pudieron aprovechar esta increíble promo.
Es de conocimiento público la notable voracidad parlamentaria, más allá de los colores. Aparte de gozar hoy de una “dieta” mensual de 29.606.840 guaraníes, cobran 3.168.000 como “gastos de representación”. En vista de que la idea de autodestinarse 5 millones de guaraníes mensuales para combustibles mereció el repudio ciudadano, ahora el senador Natalicio Chase (ANR, cartista) informó que sus colegas se proponen aumentar su gasto de representación trasladando allí el mismo monto rechazado para los combustibles. El cambio conllevaría la gran ventaja de un ingreso monetario contante y sonante, a diferencia de los cupos que no pueden convertirse en guaraníes. El senador Basilio Núñez y el diputado Raúl Latorre, ambos colorados cartistas, justifican este aumento pretendido en la necesidad de que los legisladores deben ser bien remunerados para no ceder a la tentación de corromperse. Sería interesante conocer en cuánto tasan su honestidad.
Los parlamentarios no solo se exceptúan desde hace años de las prohibiciones de la “Ley Godoy” y de ley de la función pública, sino que ahora también pretenden eludir la ley que prohíbe asignar combustible a las autoridades o, en su defecto, destinar los vales de G. 5.000.000 a gastos de representación para asegurarse el pago de dicho beneficio como parte de sus ingresos.
Enex, referente de la industria de combustibles, lanzó una promoción exclusiva para premiar a sus clientes e incentivar el turismo local.
El intendente de Lambaré, Guido González, presentó pruebas de que los tickets de las cargas de combustible realizadas con la tarjeta de la concejala Carolina González fueron firmados aparentemente por el chofer de su esposo, el diputado Orlando Arévalo. El administrador lambareño confirmó que realizará la demanda, luego que la concejal colorada lo acusara de clonar la tarjeta y usar a su beneficio.
Las copias de los tickets de carga de combustibles remitidos por Petropar embarran más al diputado cartista Orlando Arévalo y a su esposa, la concejala Carolina González. Esta última buscó desmentir el uso particular del carburante pagado por los lambareños y denunció una clonación. Sin embargo, los documentos detallan características de la camioneta del legislador colorado.