La incidencia delincuencial que trastorna todo orden financiero posee una vinculación (indudable) con los grupos de ciberdelincuencia organizada, y que pueden determinarse (indistintamente) en nodos, híbridos “agrupados” o híbridos “extendidos”. Ante ello, estos métodos resultan a partir de una categoría de sucesos fraudulentos tanto en línea como fuera de la misma, emprendiendo “injustos” criminales que afectan los parámetros económicos.
La noticia acerca de que decenas de personas habrían sufrido el vaciamiento de sus cuentas bancarias por una falla en su banco de plaza revolucionó hoy las redes sociales. Un experto en ciberseguridad explicó que hubo un ataque masivo de ciberdelincuentes que enviaron correos electrónicos con links a los que pedían ingresar y así robaron sus datos y cuentas personales.
Se han detectado varios casos de una compleja estafa que ataca a los usuarios mediante notificaciones fraudulentas, no solicitadas en Google Calendar y los engaña para que revelen información personal.
Cada día se envían millones de mensajes de spam y, aunque la mayoría son publicidad inofensiva, de vez en cuando aparece un archivo malicioso en uno de los mensajes.
Circula a través de WhatsApp un mensaje intentando engañar a los usuarios con la falsa promesa de una suscripción gratuita por un año a Spotify Premium.
Un ciberdelincuente solo necesita un número de fax, una herramienta con la que cada año se realizan 17.000 millones de envíos, para tomar el control de su red de computadoras y diseminar un virus.