Uno de los capítulos más oscuros de toda nuestra historia fue sin ninguna duda cuando en 1869 el Ejército Aliado tomó Asunción. En ese entonces nada se salvó de la rapiña y la destrucción. Algo parecido a lo que vemos aún hoy, más de 150 años después, en los cementerios municipales.
El concejal asunceno Álvaro Grau dijo que se solicitó convocar al director de Necrópolis de la Municipalidad y a los administradores de los cementerios para definir soluciones al problema de los hurtos en camposantos de la capital.
La inseguridad alcanza a todos en Asunción y ni siquiera los panteones de los cementerios se salvan de los avivados que se llevan de todo. En el Cementerio del Sur, después de haber robado todas las placas y cruces de bronce, empiezan a robar hasta las puertas de los nichos.
Los guardias de cementerios fueron testigos de primera fila del dolor de las personas que perdían a sus familiares durante la pandemia del covid-19. Hoy relatan las vivencias que tuvieron y cómo les afectaron aquellas experiencias dolorosas.
Los cementerios de Asunción están abarrotados y prácticamente no quedan sitios para la construcción de nuevos panteones. Desde la comuna capitalina señalan que solo un 20% de los que son propiedad de la ciudad y están en usufructo están al día. Entre los panteones privados florece el negocio de la venta y el alquiler.
Los cementerios del Sur y de la Recoleta mostraron poco movimiento de personas hoy, en el Día de Todos los Santos. Los comerciantes de flores y paños, que trabajan hace años en los campos sagrados, aguardan que mañana, en el Día de los Difuntos, haya mayor concurrencia. Muchos coincidieron en que con el correr del tiempo se va perdiendo la tradición de visitar a los seres queridos fallecidos.