Islandia, que junto a Noruega y Japón son los únicos países que autorizan la caza de ballenas, dio permiso este jueves a dos buques para continuar con esa cuestionada actividad durante cinco años.
El aumento de la accesibilidad del hombre hasta las zonas más remotas de las áreas tropicales reducirá hasta un 40 por ciento la población de grandes mamíferos.
Mientras la población de jirafas en estado salvaje se reduce drásticamente, la venta de productos hechos con sus pieles y huesos prospera.
JOHANNESBURGO. Cientos de personas han mostrado su indignación en redes sociales ante las fotografías de una mujer estadounidense que posa junto a su fusil y una jirafa negra que acaba de cazar en un parque de Sudáfrica.
TOKIO. Los japoneses mataron 177 ballenas en el Pacífico, en la costa noreste del archipiélago, en una misión estival con “fines científicos”, anunció la agencia de pesca japonesa.