Desde hace como mínimo dos décadas, nuestro mundo se ha llenado de adultos de 30, 40 y más años que niegan psicóticamente su edad real. El uso comercial y sin valor científico del término «generación» debió su éxito precisamente al miedo a envejecer.
«El baile de los que sobran fue la tremenda banda sonora de la mala vida en los márgenes grises del gobierno de Pinochet», escribe Montserrat Álvarez a propósito del octubre chileno, el rock de las últimas décadas de protestas callejeras y, sobre todo, nuestro héroe, el Negrito Matapacos.
El sociólogo polaco Zigmunt Bauman considera que nuestro tiempo está marcado no por la utopía, sino por la retrotopía. Según el antropólogo francés Marc Augé, actualmente no vivimos en la modernidad, sino en la sobremodernidad.
El Primero de Mayo no lo pueden decretar los calendarios oficiales: lo que esos calendarios disponen es precisamente lo que se desacata. Este es el sentido histórico del Primero de Mayo. Recuperar hoy el Primero de Mayo significa abolirlo.
Necesitamos hablar de las catástrofes atmosféricas que, en forma de terremotos y huracanes, y precedidas por las recientes olas de calor, incendios forestales y sequías en varios puntos del planeta, han devastado en los últimos días parte del Caribe, Cuba, México y Estados Unidos. Necesitamos hacer un análisis crítico de nuestra cultura para reconciliarla con la posibilidad del porvenir.
CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco hizo un llamado a la “solidaridad” para contrarrestar el “capitalismo salvaje”, durante una visita este martes al hogar de acogida de pobres “Dono di Maria”, de las Misioneras de la Caridad.