23 de noviembre de 2024
Como ocurría hace 200 años, nos encontramos totalmente limitados en cuanto al acceso a la educación. Como con anteojeras para caballos yéndonos directo al fiasco, pero no por una autoridad única ni en periodos de defensa territorial, sino por personas comunes iguales a todos nosotros -los trabajadores del día a día- pero limitadas de pensamiento en muchos casos, carentes de empatía.