Un grupo de jubilados de la Caja Municipal inició ayer una huelga de hambre ante la falta de cobro de sus haberes. Se concentran frente a la comuna de Asunción porque que el intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR - cartista) está descontando a los activos, pero no deposita a la Caja desde el mes de julio, según denunciaron. “No voy a morir arrodillada, voy a morir luchando”, expresó una de las afectadas.
Jubilados dependientes de la Caja de Jubilaciones de Asunción se manifestaron preocupados para el cobro de sus haberes, ya que debido a la falta de transferencia de la Municipalidad de los aportes retenidos, no pueden cobrar sus haberes.
El presidente de la Caja de Jubilados y Pensionados del Personal Municipal, Venancio Díaz, indicó que están haciendo esfuerzos para cumplir con el pago a jubilados y pensionados de Asunción, a los que aún se les debe el mes de mayo. Explicó que el retraso obedece a que el Municipio no les transfiere G. 8.000 millones adeudados.
Venancio Díaz Escobar, titular de la Caja de Jubilaciones y Pensiones del Personal Municipal, manifestó que la imputación por supuesta lesión de confianza y cobro indebido de honorarios que pesa sobre él y los miembros del consejo administración de la institución es arbitraria. Tildó a la fiscal María Luján Estigarribia de irresponsable pues los cobros de dietas y bonificaciones están avalados por resoluciones.
La Fiscalía imputó por lesión de confianza y cobro indebido de honorarios a los directivos de la Caja Municipal, quienes supuestamente se autoasignaron remuneraciones de forma arbitraria e ilegal durante el periodo de cuatro años, causando un daño patrimonial a la institución de unos G. 2.088.967.680.
La diputada Jazmín Narváez (ANR-HC) cuestionó duramente a los miembros del consejo administrativo de la Caja de Jubilaciones y Pensiones del Personal Municipal (CJPPM) por embolsillarse beneficios económicos extras, mientras se prorratea el pago a los jubilados. Dijo que a la deficiente gestión ahora se le suma el incendio que sufrió la institución el 16 de mayo pasado, a lo que llamó “quema de archivo”. Se preguntó también qué es lo que se quiere ocultar, por eso se ordenó un incendio.