23 de diciembre de 2024
La destitución del presidente burkinés Blaise Compaoré a finales de 2014 no parece haber acabado con la sed de poder de los jefes de Estado africanos, determinados a mantener su cargo durante años pese a los obstáculos constitucionales. El 2015 termina con la posibilidad para dos presidentes africanos de optar a un nuevo mandato (o incluso más), gracias a reformas constitucionales.