Los consumidores están adaptando sus hábitos en respuesta a la actual «policrisis», un término que describe la combinación de desafíos financieros, sanitarios y emocionales que han marcado los últimos años. Este contexto impulsó cambios significativos en tendencias de consumo, reflejando más consciencia y preocupación por problemas globales, revela el reciente informe denominado “Tendencias mundiales de consumidores 2024″, en el que se examina cómo la evolución de actitudes hacia determinadas condiciones está influyendo en el comportamiento y dando forma a las elecciones de corto, mediano y largo plazo.
Un factor que seguirá incidiendo en el clima de inversión durante este año será la subida generalizada de los precios de los bienes y servicios, es decir, la inflación. En tal sentido, el FMI proyecta que la inflación mundial sufra retracción pasando del 8,8% (2022) al 6,5% para 2023. Esto sugiere que, si bien el alza máxima de precios concluyó para muchos países, el daño causado podría sentirse aún más este año. Por tanto, aquellos con tasas de inflación más altas tendrán mayores dificultades para atraer inversiones en 2023, dice parte del Informe de Inversión elaborado por MF Economía e Inversiones.
El Banco Central del Paraguay (BCP) informó esta semana que la inflación de febrero, medida por el índice de precios al consumidor (IPC), fue del 0,5%, porcentaje que se ubicó por debajo de la variación del 1,4% observada en el mismo mes del año anterior, y también inferior al 1,2% del mes pasado. No obstante, en febrero se registraron incrementos de precios en varios rubros tales como bienes y servicios vinculados a la educación, también importantes subas en las cotizaciones de los alimentos como ser huevos, hortalizas, entre varios otros.