A 158 años de la Batalla de Curupayty (22 de septiembre de 1866), el mayor triunfo paraguayo en la Guerra contra la Triple Alianza, recordamos a su héroe, el general José Eduvigis Díaz, con esta fascinante historia de una obsesión que, a través del arte, desafió a la muerte.
Pobladores de Ñeembucú recordaron ayer los 151 años de la batalla de Curupayty, principal victoria del Ejército paraguayo durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870). Un acto protocolar acompañado de un momento artístico y un desfile se realizaron frente al busto del General Díaz.
PIRAYÚ (Patricia Meza, corresponsal). Un desfile cívico estudiantil se realizó ayer en esta ciudad para conmemorar el 151° aniversario de la batalla de Curupayty, la más importante victoria de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870). Además se honró al general José Eduvigis Díaz, héroe de la contienda y oriundo de la comunidad.
Septiembre es un mes de sol y primavera, pero también es un mes de batallas y guerras, nos recuerda en este artículo la profesora Gladys Arias Duarte, que analiza las semejanzas y las diferencias entre las batallas de Curupayty y de Boquerón, libradas ambas en septiembre, de 1866 la primera, de 1932 la segunda.
Las cartas contenidas en este artículo de la historiadora Liliana Brezzo podrían haber sido escritas por cualquier soldado, en cualquier guerra, en cualquier continente; por eso, nos dice la doctora Brezzo, «al leerlas, Curupayty deja de ser un lugar de memorias en disputa y se convierte en un sitio de memoria conjunta, en el que no es concebible –ni siquiera en el plano discursivo– ninguna celebración».
¿Es lícito seguir pensando los pergaminos de una nación en los términos del imaginario patriótico alimentado por episodios como la Batalla de Curupayty, en Paraguay, o la Guerra de las Malvinas, en Argentina?, plantea el historiador Federico Lorenz (Buenos Aires, 1970)