23 de diciembre de 2024
Muchas personas de buena voluntad se asombran de que en el siglo XXI se den todavía las escenas de horror que Putin lleva a Ucrania y al resto del mundo. Desde la historia bíblica –la muerte de Abel en manos de su hermano Caín- nuestro planeta vive la violencia entre hermanos cada vez más sofisticada. Las piedras y los garrotes evolucionaron como armas mortales hasta la bomba atómica que el dictador ruso evoca con increíble irresponsabilidad.