El presidente de la Cámara de Senadores, Basilio “Bachi” Núñez (ANR, HC) a cuatro días de las privilegiadas vacaciones que gozan senadores y diputados anunció con bombos y platillos que las reuniones de la mesa directiva del Senado serán transmitidas en vivo y en directo por el canal Senado TV. Semanas atrás, el cartismo y sus aliados ocultaron los autoaumentos, viajes en primera clase y el subsidio estatal para la jubilación vip que tendrán.
En un rincón del Congreso, entre grandilocuentes discursos y absurdas deliberaciones para justificar lo injustificable, los parlamentarios, una vez más, han decidido premiarse. No se autopremian en esta ocasión con vales de combustible ni seguro médico privado, como inicialmente lo plantearon, sino con un incremento salarial disfrazado de “gastos de representación”.
Lo injusto del autoaumento que aprobaron senadores esta semana para incluirlo en el Presupuesto General de la Nación, es que una clase política, que de por sí ya es privilegiada, se autoajusta su propio salario en un país donde la informalidad predomina y donde la formalidad se castiga con salarios topes y una calidad de vida pésima, que no garantiza seguridad, salud, educación de calidad ni justicia.
La Confederación de la Clase Trabajadora (CCT) repudió la inclusión de los beneficios extraordinarios que autoasignaron los parlamentarios en el proyecto de ley de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2025. Señalaron que esto es inconcebible mientras el pueblo soporta la falta de trabajo, una salud pública deplorable, educación deficiente y varias necesidades más.
El presidente de la República, Santiago Peña, enfatizó la importancia del diálogo y la comunicación efectiva entre el gobierno y la prensa durante su jornada de trabajo en el departamento de Caaguazú. El mandatario resaltó que el presupuesto aprobado representa un hito en la historia del país, ya que se trata del mayor presupuesto destinado al apoyo de los sectores más vulnerables.
Si bien ayer los parlamentarios mostraron una enorme “generosidad” para sí mismos al aumentarse el salario en 6 millones de guaraníes, asumieron una postura completamente diferente y hasta mezquina al despojar de presupuesto a instituciones y sectores vulnerables, como el de los campesinos, indígenas, las mujeres y los niños. La senadora Esperanza Martínez criticó la decisión de la mayoría y lamentó que se haya ignorado las muchas carencias que existen.