17 de noviembre de 2024
El ajo y la cebolla tienen muchas propiedades saludables que dan sabor a numerosos platos. Sin embargo, cuando se utilizan crudos, como en ensaladas, tienen cierta fortaleza que resalta en el paladar y a algunas personas no les resulta agradable. Cuando se consumen crudos, además, su olor invade el estómago y en no pocas ocasiones –especialmente el ajo–, se convierte en “mal aliento”. Hay algunos trucos que nos permitirán disminuir o eliminar la fortaleza de estas aliáceas para poder disfrutarlas sin temor.