23 de diciembre de 2024
MADRID. El pasado 31 de julio se avistó sobre Madrid una bola de fuego y ahora se ha desvelado su ascendencia astronómica: aunque terminó sus días ardiendo en la atmósfera terrestre, el fragmento comenzó su vida como parte del cometa 169P/NEAT, responsable de la lluvia de meteoros anual de las Alfa Capricórnidas.