24 de diciembre de 2024
Siempre las historias de sagas familiares ofrecen una peculiar dificultad. No es sencillo ensamblar las vidas individuales de un conjunto de personajes, consiguiendo la verosimilitud necesaria y la unión en un fin común: la construcción de una buena novela. Si se examina la historia de la literatura paraguaya, hay creaciones bien trazadas que, sin embargo, dejan cabos sueltos en los aconteceres de sus protagonistas, hasta llegar incluso a despistar al lector o dejarlo con la duda durante la trama y, lo que es peor, sin alcanzar un desenlace armado y coherente. No es fácil construir un edificio lleno de ventanas, y dejar todas bien colocadas y con buenas vistas.