Hace tres años que los astrónomos observan su luz. Se trata de la mayor explosión cósmica nunca vista y que podría ser resultado de una vasta nube de gas, tal vez miles de veces mayor que el Sol, alterada de forma violenta por un agujero negro supermasivo.
LONDRES. Un agujero negro de unas 55.000 masas solares, una clase de cuerpo cuyo proceso de formación todavía está por explicar, fue detectado por investigadores australianos gracias a una lente gravitacional.
WASHINGTON. Cuando se le pregunta a la profesora de astronomía estadounidense Andrea Ghez, una de las tres ganadoras del Premio Nobel de Física 2020 otorgado el martes, cómo explica a niño qué es un agujero negro, responde: "Un objeto cuya fuerza gravitatoria es tan intensa que nada puede escapar, ni siquiera la luz ".
Los agujeros negros estelares surgen del colapso de las estrellas masivas y en la Vía Láctea se calcula que hay unos cien millones, pero el reciente descubrimiento de uno con una masa muy superior a lo que se creía posible echó por tierra algunas suposiciones sobre estos objetos y su formación.
Un agujero negro supermasivo expulsó a una estrella superrápida del centro de la Vía Láctea y se dirige ahora hacia el vacío intergaláctico, un fenómeno observado por primera vez por un grupo internacional de astrónomos de Australia, Chile, Estados Unidos y Reino Unido.
MADRID. Los datos obtenidos de la órbita de una estrella alrededor de un agujero negro de la Vía Láctea han vuelto a corroborar la vigencia de la Teoría de la Relatividad que formuló Albert Einstein hace más de cien años para describir la gravedad y demostrar que el espacio y el tiempo forman una sola entidad.