En pleno siglo 21, cientos de paraguayos no tienen acceso a un “baño moderno”, inodoro o “wáter” en sus casas, contando con letrinas para sus necesidades fisiológicas. Las condiciones de saneamiento son aún más preocupantes si se suman otros dos datos; los de población conectada a una red de alcantarillado sanitario y los que no tienen servicio de recolección de basuras. Estas son las sorprendentes cifras paraguayas a poco del Día Mundial del Inodoro.
El titular de Essap, Osmar Sarubbi, presentó ayer los proyectos de inversión en el sector de agua potable y saneamiento a la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP). Resaltó la importancia de su ejecución, porque, según los estudios, por cada dólar invertido se ahorran 35 dólares en salud. Preocupa a la CAP que los problemas políticos traben las obras.