El cese de la cooperación entre la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Administración de Control de Drogas (DEA), de Estados Unidos, dispuesto el 6 de diciembre por el órgano dependiente de la Presidencia de la República, y revertido once días después tras una dura respuesta estadounidense, constituye quizá el episodio más vergonzoso protagonizado hasta hoy por un Gobierno que tiene por hábito cometer graves torpezas político-administrativas, como si le faltaran tanto el sentido común como el del ridículo. El secretismo del disparate inicial llegó al punto de que la opinión pública supo del mismo gracias a una noticia del diario The Washington Post, reproducida en nuestros medios. Es lamentable, pero el caso continúa tan oscuro, por lo que es como para pensar que Santiago Peña ya se ha acostumbrado al ridículo.
Si el titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Jalil Rachid sigue despreciando la decisión del presidente Santiago Peña de restituir la cooperación internacional con la Administración de Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos de América, debería renunciar, planteó el dirigente expulsado del Partido Colorado, Gerardo Soria, aunque dijo no creer que esto ocurra, y menos que el mandatario lo eche, ya que lo considera de “pelele”.
El ministro titular de la Secretaría Nacional Antidrogas, Jalil Rachid, insistió en que el memorándum de entendimiento que ignoró cuando decidió cortar la cooperación directa entre su institución y la Administración de Control de Drogas (DEA) de EE.UU. no existe en los archivos de la Senad y afirmó que su predecesora Zully Rolón firmó ese documento “así nomás”, a pesar de tener un dictamen negativo de su Dirección de Asesoría Jurídica.
La Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas inglés) hasta ahora solo informó sobre su retirada del programa SIU de la Senad, tal como pidió el 6 de diciembre último el titular de esa institución, Jalil Rachid. Este bochornoso desliz está poniendo en jaque la operatividad de la misma entidad antidrogas paraguaya, atendiendo que personal de la dependencia norteamericana tiene hasta ahora solo órdenes de inventariar y recuperar todo el equipo que pertenece a la DEA y/o haya sido comprado por la misma, así como todo el equipo donado por la oficina de Asuntos Internacionales de Antinarcóticos. Gobierno ya reculó, pero no hay aún respuesta.
La política antidrogas solo beneficia a los detentadores del poder, afirma en esta entrevista el productor de aceite de cannabis, Edgar Martínez Sacoman, quien estuvo seis años preso siendo inocente de la acusación de narcotráfico. La actual crisis entre Senad y DEA, en su opinión, es para desviar la atención. Cree que hay una puja por más poder y maniobrabilidad en una supuesta lucha antidrogas que arroja pingues ganancias.
El exsenador Mario Paz Castaing y el titular de la Codehupy, Dante Leguizamón, lamentaron los papelones del gobierno de Santiago Peña que dañan la imagen del país como el cese de la cooperación Senad-DEA y el intento de derogación del apoyo de la Unión Europea. Señalaron los garrotes contra las ONG y el golpe contra la inscripción automática de votantes en el exterior.