17 de noviembre de 2024
Hay que tener una mente enferma y criminal para abusar sexualmente de alguien y más aún si se trata de una pequeña e indefensa niña de seis años. El pasado jueves nuevamente salió a la luz una denuncia de abuso sexual en la ciudad de Yaguarón, donde una adolescente de 13 años contó que su padrastro se habría aprovechado de ella sexualmente desde hacía siete años. Y, aunque haya un proceso judicial para demostrar o no la culpabilidad del sindicado, este tipo de personas no se merece la cárcel, se merece el infierno.