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En un mundo donde la polución sonora se convirtió en una molestia cotidiana, Roni Bandini, un informático con una notable trayectoria en el desarrollo de inventos ingeniosos, utilizó sus conocimientos para crear una solución sin precedentes. Motivado por la incomodidad que le generaba la música a alto volumen proveniente de sus vecinos, Bandini dio vida a un dispositivo dotado de inteligencia artificial, cuyo propósito es detectar reguetón y ejecutar interferencias en parlantes mediante conexiones bluetooth.
Bandini compartió los pormenores del dispositivo en una publicación en su cuenta de Medium, revelando que el desarrollo se sustenta en el aprendizaje automático.
La meta del invento, según sus palabras, es “lograr apagar o, al menos, molestar el reguetón que se reproduce en parlantes bluetooth cercanos”. La inspiración provino del antiguo dispositivo TV-B-Gone, usado para apagar televisores en lugares públicos. Bajo esta premisa, Bandini bautizó su invención como “Reggaeton Be Gone”, cuya efectividad reside en la identificación de la música mediante inteligencia artificial y machine learning.
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El proceso detrás de “Reggaeton Be Gone” involucra la descarga y manipulación de canciones características del género reguetón, adaptaciones necesarias para el entrenamiento del modelo de clasificación que opera en el corazón del dispositivo.
Bandini describió meticulosamente cómo transformó el audio a mono, redujo su resolución, y procedió a entrenar el modelo utilizando un algoritmo de clasificación.
El funcionamiento del dispositivo es tanto sofisticado como práctico. Se emplea un script Python para monitorear un micrófono externo, encargado de enviar el audio captado a la inteligencia artificial para su análisis.
Si el resultado de dicha inferencia corresponde al perfil de música identificado como reguetón, el dispositivo emite una serie de peticiones diseñadas para desconectar o interferir el audio del parlante objetivo.
A pesar de los esfuerzos y la innovación aplicada, el dispositivo tiene un alcance limitado; no logró desconectar completamente el parlante de su vecino, pero sí generó interferencias significativas.
Bandini cataloga el resultado como un estado intermedio entre el éxito y la derrota.
Furor en redes sociales
Bandini publicó los detalles de su invención en sus redes sociales y al momento se hizo viral. Acumuló miles de mensajes celebrando su ingeniosa creación aunque también tuvo varios detractores.
“Una genialidad”, “Si lo patentas y producís en masa, te compro 10. Pone el precio que quieras”, “Este aparato tiene que ser declarado por Unesco: ‘Patrimonio Mundial De La Humanidad’”, “Premio NOBEL!!! Mínimo!!! Genio (sic)”, rezan algunos de los mensajes de apoyo.