El cartismo llevó esta mañana ante el pleno una muestra de los mobiliarios chinos comprados por Itaipú Binacional intentando defender el llamado que cada vez más desprende tufo a negociado, sin embargo, luego no pudieron sostener el debate y lo cortaron, cuando se discutían dos proyectos de declaración (que ni siquiera eran vinculantes): 1) para frenar el proceso de licitación de compra de pupitres y 2) para instar a la renuncia y o la destitución del titular de Itaipú, Justo Zacarías Irún, lo cuales fueron rechazados y mandados al archivo.
Si bien el debate previo fue intenso, a pedido del diputado cartista Germán Solinger se cerró el debate y rápidamente procedieron al rechazo de ambos proyectos. Varios cartistas, entre ellos los diputados Rodrigo Gamarra, Miguel del Puerto, Néstor Castellano y otros intentaron justificar la millonaria licitación y aplacar duras críticas como la de los diputados opositores Diosnel Aguilera (PLRA, C), Miguel Martínez (Indep.), Rocío Vallejo (PPQ), Raúl Benítez (Indep.), Walter García (YoCreo) y otros.
Los cartistas y sus satélites apelaron a descalificaciones incluso ridículas como: malos, ridículos, miserables y xenofóbicos contra los que denunciaron el presunto negociado, imposibilitados de utilizar argumentos serios para sostener su postura, y luego, directamente cortaron el debate.
La diputada opositora Rocío Vallejo (PPQ) lamentó que la falta de argumentos sea tal, que los oficialistas se hayan limitado a tildar de “malos, ridículos, miserables y xenofóbicos” a los críticos, recordando que es lo mismo que hacían el periodo pasado, cuando los acusaban hasta de “terroristas de estado y payasos” por ejercer su rol de contralor (como corresponde a la oposición).
También destacó lo ridículo del discurso del cartismo, que acusó que supuestamente los opositores “no quieren el desarrollo de los niños”, cuando son ellos los que están en el poder hace 70 años (excepto 5 de alternancia).
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“Hace 70 años hace que están en el poder y gracias a ustedes están comiendo en el piso aún (...). La situación en la que están nuestros niños no es culpa de la oposición, es culpa de ustedes que están décadas en el poder”, reclamó vehementemente Vallejo.
La misma también consultó a los cartistas si también tachan de “antipatriotas” al ministro de Industria de Santiago Peña, Javier Giménez o el senador cartista Gustavo Leite que también hicieron públicas sus críticas a la licitación y a la exclusión de la industria nacional.
Califican de “puerqueza” y advierten de “cuento chino para robar”
El diputado Miguel Martínez (Independiente), proponente del proyecto de declaración para que salga Zacarías Irún, aclaró que su salida no sería suficiente, ya que detrás de este presunto negociado están varios del cartismo.
“No solamente estamos pidiendo la destitución de Lucho Zacarias, es una enfermedad del Paraguay de hace mucho tiempo atrás, no solamente Lucho sino el equipo completo y que también se enquistó en HC y en el otro grupo (abdismo)”, comenzó diciendo.
Sostuvo que él estuvo como metalúrgico y a su criterio, “esto (mobiliarios chinos) no sirve, esto es una puerquesa, es un clavo para el Paraguay” y si bien, como “libertario” promueve la libertad de mercado, lo que acá se cuestiona es que diccionaron para un grupo en detrimento de la industria nacional.
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“Estoy de acuerdo que se dé participación a todo el mundo, pero no haciendo trampa a los empresarios paraguayos. Me niego a creer su cuento, porque este es un cuento chino para robarnos a todos los paraguayos. Asi que está situación es grave”, enfatizó.
Hasta alegan “xenofobia”
Uno de los argumentos que rozó el ridículo fue del diputado colorado -aliado cartista- Édgar Olmedo (ANR, B), que intentó alegar una cuestión de “xenofobia”para intentar justificar los indicios de presunto direccionamiento a favor el empresario chino con nexos cartistas, Long Jiang, que cuenta con al menos 3 documentos de identidad distintos de nuestro país.
“Nos llenamos la boca de lo que significa para el Paraguay este grado de inversión en la captación de inversionistas extranjeros que vienen a apostar, invertir y confiar en la República y hoy preocupa de sobremanera la actitud xenofóbica de algunos actores políticos que están atentando contra la inversión extranjera, que viene a instalarse en el Paraguay y a plantar raíces para generar desarrollo, fuentes de empleo y progreso para todos los paraguayos”, alegó Olmedo.
El argumento de Olmedo fue un burdo intento de justificar aspectos realmente graves, empezando que la “discriminación” realmente fue del gobierno contra la industria nacional, ya que mediante un pliego a medida favorecieron a la empresa de Long Jiang, Kamamya S.A..
A esto hay que sumar que la “inversión” que alega Olmedo, al menos en el rubro que ataña al rubro mobiliarios es nulo por parte de la empresa, ya que la misma se limitó a comprar productos de China, muy diferente a lo que hubiese implicado en generación de empleos la elaboración de los muebles por parte de empresas y mano de obra nacional.