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A mediados de diciembre del año pasado, fue detenido y se encuentra desde entonces cumpliendo prisión preventiva en San Pedro el exdirector general de Fortalecimiento Institucional y Cooperación Internacional de la Cámara de Diputados, Willian Roberto Bogarín Campuzano, en el marco de una causa por presunta estafa a colonos del departamento San Pedro; al igual que a inicio de este mes, el “asesor” de la Cámara Baja, Miguel Ángel Robles Ibarra, fue condenado a 10 años de prisión por corrupción junto al exgobernador cartista de Central, Hugo Javier González, ambos en la cárcel de Tacumbú.
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Pese a esta situación, que evidentemente impide que ambos asistan a la Cámara Baja a cumplir funciones y por ende se establezca como “falta grave” (causal de despido justificado), los mismo aún no han dejado de ser funcionarios, ya que según consultas realizadas, ambos casos fueron remitidos al Viceministerio de Talento Humano (dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas) para que se designe juez instructor, que es el que debe determinar la sanción a aplicar.
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En paralelo, la Cámara Baja en respuesta a un pedido de acceso a información pública hecha ABC, proveyó el legajo de Bogarín Campuzano, que hasta diciembre pasado tenía cargo de director. Los documentos revelan llamativos datos respecto al mismo.
Primeramente, se confirma que la diputada colorada cartista Jazmín Narváez era la “madrina política” de Willian Bogarín Campuzano, ya que tanto la consigna como referencia personal, además que la acompañó en actividades incluso en el exterior.
En una actualización de su legajo presentada el 13 de mayo del año pasado, consigna como su primera referencia personal a la diputada Narváez. Igualmente, en dos ocasiones solicitó no asistir a la Cámara (mediante la figura de la Comisión de Servicios) para acompañar a la legisladora, algo ajeno al cargo que ocupaba (ver facsímil).
Puntualmente, consta en dos formularios F4, la solicitud de permiso para “cumplir funciones” fuera de la institución para “acompañamiento a la dip. Jazmín Narváez” el 5 de abril del año pasado, al igual que el 16 de agosto de 2024, para acompañarla a la sesión del Parlasur.
Según los registros oficiales de la Cámara Baja, de los 238 días laborales del 2024, Bogarín Campuzano asistió sin cuestionamientos en 131 de ellos.
Los restantes 107 días no asistió, tuvo problemas con la marcación, llegó tarde o se retiró temprano o pidió permisos “por motivos personales”. Si bien las vacaciones son un derecho, en los formularios consigna el usufructo del año 2023 y en posteriores pedidos alega supuestas vacaciones de 2022.
A esto hay que sumar que en mayo de 2002 (presidencia de Juan Darío Monges) fue sancionado por reiteradas ausencias y llegadas tardías.