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El abogado Jorge Rolón Luna publicó en su red social X una frase y recordó una publicación del año 2011, luego que saliera a luz el caso del narco-concejal de Natalicio Talavera, Bruno Joel Jorgge Arriola.
“Políticos, policías y drogas, una tradición. En 02/2011 es interceptado (“cae” en la jerga periodística) un cargamento de “168″ K de cocaína en Yby Yau (fueron 500 en realidad) ¿Involucrados? Policías infieles, Eladio Ramón Morel, candidato a presidente de seccional y dueño de la carga”, apuntó en su red social.
Con respecto a esta expresión, el abogado explicó: “La relación entre agentes públicos, ya sea de fuerza de seguridad, como de otros ámbitos, es de larga data en Paraguay. Tuvimos un caso emblemático, que fue una muestra clara hasta qué punto llega, el del General Andrés Rodríguez, que fue Comandante de las Fuerzas Armadas y presidente de la República del Paraguay”.
A renglón seguido añadió: “Con Andrés Rodríguez se involucraba gente muy poderosa ya en el tráfico de drogas en los años 60. Si nos remontamos un poco más atrás, el Clan Morel se encargaba del tráfico de marihuana hacia el Brasil. Este negocio se volvió más lucrativo, porque después de la marihuana viene la cocaína y lo que ocurre es que más y más gente del ámbito público se ha involucrado”.
“Es como una puerta giratoria, donde personas que están en la política se meten en el tráfico de drogas y quienes se dedican al tráfico de drogas se meten en la política. Los ejemplos se han multiplicado de tal manera que sería larguísimo enumerar esto. Después también tenemos a las fuerzas de seguridad que actúan muchas veces de sicarios de ellos”, sostuvo.
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Consultado sobre si cree que esta situación pueda modificarse, comentó: “Es algo que yo no veo que vaya a modificarse como sociedad. Conseguir que nuestros representantes, que las fuerzas de seguridad, los políticos, que muchas veces son presidentes de seccionales, es algo que no lo veo factible. A lo largo de los años uno ve un patrón del tráfico de drogas, es algo que no admite discusión, las evidencias son reveladoras”.
“Nuestra Policía, si sacamos el tema del narcotráfico, está en un alto momento de degradación porque también se dedica a otros tipos de cosas, como extorsiones y asaltos. La Policía es una reguladora del mundo del delito, antes que una agencia que evita el delito”, manifestó.
Aunque luego apuntó: “Tiene que aparecer una nueva camada de dirigentes políticos que rompan relación con los grupos criminales. Hoy, en la ANR, hay demasiada tolerancia con personas que tienen vínculos cercanos, probados e innegables con grupos criminales y que en muchos casos se dedican al tráfico de drogas”.
“El narcotráfico no solo enriquece a los políticos, sino que también es un acto de recaudación para las campañas políticas. Tenemos que empezar a tener un enfoque serio de la lucha contra el narcotráfico”, concluyó.