Cargando...
Según la Dirección de Estadística de la Cámara de Diputados, desde el inicio de este segundo periodo legislativo en julio último, el Poder Ejecutivo es el que más proyectos de ley propuso (36%), superando en número a las iniciativas originadas tanto en la Cámara Baja como en el Senado.
Lea más: Esposa de Alliana destaca como una de las más improductivas de Diputados
Los datos oficiales señalan que de los 151 planes de ley sancionados, 55 fueron iniciativas del Poder Ejecutivo, mientras que 49 tuvieron origen en el Senado y apenas 46 en Diputados.
El caso de improductividad de la Cámara Baja es más escandaloso, ya que siendo 80 los diputados, quiere decir que casi la mitad de sus miembros no produjo leyes en el periodo comprendido desde el 1 de julio al 17 de diciembre, fecha de su última sesión del año.
Aunque el artículo 203 de la Constitución Nacional concede la prerrogativa al Poder Ejecutivo de proponer leyes, la labor legislativa principal debería partir de ambas cámaras del Congreso, que ya representan un millonario costo mensual para el contribuyente, y lo será más desde el próximo año.
Lea más: Peña anuncia que dará visto bueno a “autoaumentos” para parlamentarios
En tal sentido, lo más indignante es que los legisladores sí fueron expeditivos a la hora de aumentarse su ya de por si millonaria dieta y otros beneficios, ya que desde el próximo período, de cobrar G. 32.774.840 pasarán a recibir G. 38.000.000 (pendiente de promulgación del presidente Santiago Peña).
Precisamente, la promulgación del autoaumentazo para parlamentarios es casi un hecho, ya que el propio Peña lo planteó casi como un “premio” para los legisladores que aprobaron todos los proyectos surgidos en el Poder Ejecutivo.
El cuestionamiento hacia el Congreso no solo pasa por la baja productividad sino también por la carencia de debate por imposición del cartismo, que no acepta reformas de parte de la disidencia.
Incluso legisladores disidentes se habían quejado en la última sesión del año de Diputados -así como en otras varias durante el período- por la falta de debate sobre uno de los tantos proyectos impulsados a tambor batiente por el Ejecutivo.
“Se necesita de más amplio debate, no ser más pasapapeles”, refirió en aquella ocasión el diputado Mauricio Espínola (ANR, Fuerza Republicana) en el marco del tratamiento de la Ley de la Carrera del Servicio Civil.
Así como ese proyecto, varios otros fueron aprobados a libro cerrado. En tal sentido, Espínola había referido que “abrir el debate no significa que abramos un Power Point (presentación) y enviemos nuestras modificaciones y el que no envió, que se joda. De eso no se trata la democracia”.
Muy costosos y poco productivos
Según los datos de la Cámara de Diputados, al menos una quincena de sus legisladores -la mayoría cartistas- se ha destacado en improductividad, no llegando siquiera a la decena de planes de ley presentados.
Entre los más improductivos se destacan Christian Brunaga, Fabiana Souto, Jatar Fernández, Esteban Samaniego, Orlando Arévalo, entre otros.
Además, en consonancia con la baja productividad está el alto costo que representan los legisladores, considerando no solo sus millonarias dietas y que la mayoría ubicó a sus “nepobabies” en cargos públicos con millonarios salarios, sino que gozarán de jubilación privilegiada y varios de ellos se pasan viajando a costa del erario.