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Si bien en la nómina de Diputados con menos productividad aparecen varios legisladores cuestionados, como el caso del diputado cartista de Paraguarí, Esteban Samaniego, imputado y con pedidos de desafuero por presunta tragada de fondos cuando era intendente de Quyquyho; el nombre de la esposa de Alliana, Fabiana Souto, también se destaca por repetir por segundo año consecutivo una pobre labor legislativa, llegando al punto de ni siquiera haber hecho uso de palabra ni una vez ante el pleno.
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Si bien en esta ocasión Souto no encabeza la lista al reportar siete proyectos presentados, los números son relativos, ya que apenas tres de ellos son iniciativas legislativas. Además, ninguno de ellos es de autoría exclusiva, es decir, se sumó como firmante de la iniciativa. Los cuatro proyectos restantes corresponden a iniciativas de resoluciones de la Cámara o declaraciones (que no requieren mucho trabajo técnico).
Souto, cuyo principal mérito es ser esposa de Alliana, ya que ingresó a la banca desde la suplencia en reemplazo del actual director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Luis Benítez, ya el periodo pasado estuvo entre las más improductivas y mantiene su silencio absoluto en los debates del plenario. Esto es un contrasentido como miembro de un poder del Estado, cuya principal función es debatir, proponer y decidir.
La lista de los “improductivos” la encabeza el diputado cartista de Itapúa, Christian Brunaga, cuyo mayor “logro” conocido fue haber ubicado y reubicado a su “nepobaby” en cargos públicos. Brunaga logro ubicar como “asesora” en Diputados a su hermana Fátima Brunaga. A inicios de este año, logró reubicarla con mejor salario en la EBY.
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El diputado reportó apenas tres proyectos y solo uno de ellos de ley. Se trata de la iniciativa de crear el Ministerio de Energía, Minas e Hidrocarburos, presentado junto a otros colegas.
Otro ubicado en los primeros lugares es el diputado cartista Benjamín Cantero, apodado “nepoloro” tras el escándalo por ubicar a su esposa como asesora en la Cámara Baja, alegando como motivo principal no querer tener problemas matrimoniales al contratar a otra mujer.
Cantero, diputado electo por el departamento de Canindeyú, registra apenas cuatro proyectos propuestos, sólo dos de ellos son de ley, con la particularidad de que uno de ellos es un pedido de pensión graciable, y el otro, el proyecto para nacionalizar a Madame Elisa Alicia Lynch, iniciativa firmada en masa por el cartismo.
Un nombre también conocido en esta lista y no precisamente por buenos motivos es el diputado cartista y miembro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Orlando Arévalo que apenas reporta cinco proyectos en total, de los cuales solo tres de ley.
Su baja productividad casi es superada por los escándalos que lo rodean, empezando por su cuestionado título de abogado, investigación que la Fiscalía cerró de manera muy sospechosa. Tampoco avanzó la denuncia contra él y su esposa, la concejala de Lambaré, Carolina González (ANR, HC), por supuesto desvío de combustible de la comuna. Se suma la cuestionada decisión del fiscal José Luis Casaccia, quien perdonó al hermano de Carolina, Eduardo González Pérez, quien hizo disparos al aire durante las fiestas de Navidad.
Los datos de productividad son oficiales de la Dirección de Proyectos y procesados por la Dirección de Estadísticas de Diputados, que preside Raúl Latorre.
Muy conflictivos y poco provechosos
En la lista de los más improductivos del último semestre del año en Diputados también aparecen varios legisladores en la mira de la justicia, como así también problemáticos con sus colegas.
Por ejemplo, el imputado diputado cartista Esteban Samaniego, que gracias a la complicidad de sus colegas logró que sigan cajoneados cinco pedidos de desafuero en su contra, reporta apenas siete proyectos presentados en total, pero solo tres de ellos de ley.
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Samaniego protagonizó peleas a los gritos en el pleno contra sus colegas disidentes y además ha logrado seguir blindándose con sus fueros para que no avance la causa penal en su contra por presunto desvío de fondos en la municipalidad de Quyquyhó, causa en que ya está por iniciarse el juicio oral y público contra su esposa y actual intendente de dicha comuna, Patricia Corvalán.
Por otra parte, alguien que en este periodo también se destacó más por sus escándalos que por producción fue el diputado colorado oficialista Jatar “Oso” Fernández. Sus apenas cuatro proyectos presentados se equiparan con sus escándalos protagonizados este año, que inició con el pedido de comisionamiento del agente de la Senad, Mauro Ruiz Díaz, uno de los posibles sospechados de filtrar datos a narcos hasta ahora no confirmados por la Fiscalía.
A esto luego lo siguió el caso de su exencargado de despacho, Hugo Rolón, que lo denunció por un esquema de cuasi-esclavitud, por supuestamente obligarlo a realizar labores particulares, pagado por el Estado.
Posteriormente se sumó una denuncia por supuesta “invasión” y presunta instalación privilegiada de energía a cargo de la ANDE en una propiedad en litigio en Ayolas, entre otros casos.
La nómina sigue con el diputado colorado cartista Rodrigo Gamarra, que acumula más viajes que iniciativas legislativas, con apenas nueve proyectos.