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Ante la ausencia notoria del funcionario, el pasado 14 de noviembre se había consultado con el presidente de la Cámara de Diputados, el cartista Raúl Latorre, respecto a la existencia o no de una supuesta denuncia por acoso realizada por una funcionaria contra su entonces jefe de Gabinete, Ariel Isacio Martinez Peralta. Sin embargo, tanto el titular de la Cámara Baja como su director de Recursos Humanos, Máximo Medina, dijeron desconocer la situación.
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“Francamente no tengo conocimiento, no existe denuncia al respecto. Si ustedes tiene alguna denuncia en materia de acoso o violencia para cualquier persona, por favor les pido que me acerquen, nosotros vamos a tomar con la mayor seriedad y severidad. Aprovecho esta consulta para decir que durante mi gestión he firmado la resolución de la creación de un protocolo en contra del acoso y la violencia laboral, entonces en ese sentido, estamos abiertos a las denuncias, existen los mecanismos adecuados y lo vamos a tomar con seriedad”, refirió Latorre.
Ante la consulta particular de si Martínez Peralta fue apartado de su cargo o seguía como jefe de gabinete, Medina respondió: “El reporte que tengo de Recursos Humanos es que él (Martínez) está usufructuando vacaciones” y que “no hubo cambios” dispuestos por Latorre.
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Sin embargo, con un sospechoso sigilo y apenas 14 días después de la consulta, se concretó el comisionamiento de Martínez Peralta a Itaipú, una movida que monetariamente hablando tampoco encuentra mucho sentido y da más motivos de sospecha.
Esto puesto que en el funcionario mantiene fijo su salario de G. 19.300.000, apenas con un leve incremento salarial, ya que en Diputados percibía como plus G. 9.784.600 en concepto de gastos de representación y bonificación, beneficios que “pierde” con el comisionamiento. No obstante, Itaipú lo sustituye con un sobresueldo de G. 10.000.000 en su caso, porque es comisionado con nivel universitario.
De esta manera, el reacomodo implica un aumento de G. 215.400, aunque la binacional suele tener mejores condiciones de trabajo, sobre todo en lo que refiere a feriados, entre los que se contemplan también los días festivos de Brasil. No obstante, el monto ínfimo da a sospechar que el motivo del cambio es otro.