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Un grupo de paraguayos que residen en el extranjero, sobre todo en Argentina, acudió a la Cámara de Senadores, donde legisladores cartistas y satélites aprobaron eliminar la inscripción automática de compatriotas que viven en el extranjero.
“En 11 años después de la enmienda, hubo varias formas de empadronarnos, primero presencial, que se hizo casi 30.000 en dos o tres meses, después se cayó eso de vuelta, después se hizo otra ley, que se iba a hacer por el consulado, que tampoco funcionó, porque el consulado tampoco trabaja para los paraguayos, ellos trabajan para su sector”, lamentó Martín Del Puerto.
Comentó que con el empadronamiento en el exterior se realizaba de manera itinerante, como lo venían haciendo en los dos últimos meses, se empadronaron 9 mil nuevos votantes, pero que el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) no cumplió con su función y el empadronamiento automático nunca fue aplicado realmente.
“Nosotros, los paraguayos de Buenos Aires, estamos empadronados en el padrón argentino 750.000 personas, de las cuales tenemos derecho de votar gobernador, intendente, diputados provinciales, menos presidente, diputados y senadores nacionales, que son de la nación argentina, pero esto es de lo que hablaba la inscripción automática, del cruzamiento de ese dato, no del dato por vía web, porque si vos haces vía web, al sistema de Justicia Electoral se le cae su sistema”, criticó.
Migrantes son los mayores creadores de empleos, aseguran
Irma Pérez, otra de las compatriotas residentes en el exterior que estuvo hoy por el congreso, dijo que los residentes en el exterior no solamente aportan a la economía del país enviando remeses, sino que también generando empleo.
“No solamente enviamos las remesas, la forma de ayuda de la migración paraguaya al Paraguay, en forma directa son las remesas, pero en forma indirecta somos los mayores creadores de empleo, bancos, financieras, casas de cambio, lugares a donde se van a retirar el dinero”, refirió.
Agregó que los políticos en Paraguay tienen miedo al voto en el exterior, ya que el mismo podría representar un cambio que podría llegar en cualquier momento.
“El miedo a que ese voto represente el cambio que en algún momento va a llegar, por un lado, y por el otro lado, el tema económico, la Justicia Electoral no quiere asumir eso, porque es costoso, y por supuesto le va a sobrar menos dinero para poder robar”, concluyó.