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En un acto oficial acompañado de altas autoridades de los distintos poderes del Estado, el presidente Santiago Peña promulgó este martes la ley “Que establece el Régimen Nacional de Integridad, Transparencia y Prevención de la Corrupción de la República del Paraguay”, que por ejemplo eliminará la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac) y crea el “Consejo Nacional Anticorrupción”.
Con un discurso bastante “poético” -o que intentaba serlo-, el mandatario habló la mayoría del tiempo sobre “golondrinas”, “primaveras” o “rimbombantes” titulares de la prensa. Sobre la corrupción en sí, dijo que “no existe veneno más corrosivo para el alma de un pueblo”.
“Cada acto de corrupción socava en nuestras instituciones, corroe la esperanza de nuestros jóvenes y desvanece el sueño de nuestros compatriotas”, declaró.
También mencionó unos supuestos “hitos” de su gestión y como parte de esto dijo que su gobierno toma “el camino menos concurrido y otorga menos likes en las redes sociales”, ya que supuestamente “apuesta a la institucionalidad” con reformas “lentas y dolorosas” para combatir la corrupción.
Alejado discurso de Peña sobre la corrupción
La “primavera verdadera contra la corrupción” de la que habló Peña tiene varios antecedentes que no la favorecen para nada, como por ejemplo su cuestionado veto acompañado de sus aliados en el Congreso para archivar el proyecto de ley que pretendía evitar que instituciones del Estado “puenteen” fiscalizaciones.
Gracias al Presidente y los cartistas hasta ahora puede seguir el “puenteo” a la Contraloría e incluso los opositores aseguraron que la institución sería utilizada como “garrote” o una “herramienta de apriete” contra los enemigos.
También llegó a pisar su palabra de lucha contra la corrupción al haber dado un “mazazo” a la versión bastardeada de la ley que castiga casos de conflicto de intereses o “puertas giratorias” en la función pública.
Otro caso que no se puede dejar de mencionar es el escándalo con los “nepobabies” principalmente en el Congreso y que, pese a todas las denuncias, aparentemente va encaminado hacia un “oparei”.
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