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Celeste Florentín y Silvino Báez denunciaron ante ABC Color haber sido víctimas de una injusticia judicial orquestada por Juan Ramón Acosta, padre de Anadelia Acosta.
Contaron que viven en Ciudad del Este desde hace más de 30 años y que van a visitar al padre de Silvino Báez solo cada fin de año a la ciudad de Caaguazú.
En una de sus visitas se enteraron de que, “de la nada”, Silvino Báez fue denunciado por Juan Ramón Acosta (padre de Anadelia Acosta) por invasión de tierra, por una propiedad que el matrimonio ni siquiera conocía, pues pertenece al suegro y está en Caaguazú, donde ellos no viven.
Según el documento que les llegó, la denuncia era por invasión de un predio ubicado en un asentamiento, y además se agregaba la figura penal de coacción. Les llama la atención que en el proceso finalmente solo corrió el hecho de “coacción”.
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En la denuncia, el matrimonio leyó con sorpresa que había un relato donde se aseguraba que Silvino Báez amenazó con un machete al padre de Anadelia. Ellos sostienen que estos hechos jamás ocurrieron y que fueron acusados en vano.
Ahora ataron muchos cabos
Afirman que ni siquiera conocían al señor y ahora que vieron la denuncia que salió a luz sobre el esquema de despojo de indemnizaciones de la ANDE, ataron muchos cabos.
Dicen que hicieron sus averiguaciones particulares y así llegaron a la conclusión de que el padre de Anadelia utiliza sistemáticamente este modus operandi de hacer denuncias falsas para después “llegar a un acuerdo” que le proporcione terrenos o beneficios económicos.
Pero la traba con la que se encontró en este caso es que el matrimonio no cedió al acuerdo y decidió enfrentar el proceso, que le generó enormes gastos en abogados.
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Celeste Florentín sostiene que todo lo que vivieron hasta ahora es “un absurdo”, pues el terreno en conflicto es completamente ajeno a ellos.
“Si hacés algo, aceptás, pero eso no tiene sentido. Ni siquiera podemos decirle ‘tomá el terreno’, porque no es nuestro. Si quisiéramos invadir un terreno en todo caso lo haríamos en Ciudad del Este, donde vivimos”, expresó la mujer.
“Tuvo que firmar como si fuera un delincuente”
Siguió relatando que por causa de un primer abogado que no actuó en forma, el caso llegó a imputación, y Silvino Báez tuvo que ir a firmar cada mes “como si fuera un delincuente”.
Celeste Florentín asegura que a su esposo lo imputaron “sin pruebas, solo por las palabras y denuncia de este señor (Juan Ramón Acosta)”.
Por su parte, ellos incluso llevaron testigos que fueron a corroborar que son de Ciudad del Este y no de Caaguazú.
En cuanto a la esposa de Juan Ramón Acosta, que supuestamente es testigo de la coacción, esta nunca se presentó a las audiencias, pues siempre se reportaba enferma.
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“Nos llama la atención que esa misma excusa presentan ahora en este caso que está saliendo en las noticias”, dijo la entrevistada.
Celeste Florentín contó que durante todo este proceso, el representante del Ministerio Público a cargo era el fiscal Mieres. Lamenta que, pese a tantos intentos, nunca les otorgaban el sobreseimiento, y el trámite se alargaba.
Se acercó para intentar “acuerdo”
El día que se desarrolló una audiencia preliminar, cuentan que fue la primera vez que vieron cara a cara a su denunciante, pues no lo conocían.
Lejos de desistir de la demanda, en esa ocasión Acosta se acercó a ellos e intentó llegar a “un acuerdo”, pero el matrimonio no aceptó.
“Le dijimos que nos hizo mucho daño y que íbamos a enfrentar el proceso. El señor sabía perfectamente que su denuncia era falsa”, continúa relatando Celeste Florentín.
Dice que con todos los hechos que están saliendo a luz acerca del esquema de desvío de fondos de una indemnización de la ANDE, se dieron cuenta de dónde venía la mano.
“Ahora entendemos que esto venía del poder político. Seguimos esperando conseguir el sobreseimiento definitivo de mi marido, ojalá el fiscal que está ahora sea más correcto en su actuar”, dijo la entrevistada.
Anadelia acompañó a su padre a audiencia
Como detalle no menor, Celeste Florentín recordó que en aquella audiencia preliminar, Juan Ramón Acosta se presentó con su hija, la funcionaria del Congreso Anadelia Acosta, más otro abogado.
Así también, anunciaron que cuando logren el sobreseimiento, harán una contrademanda por el perjuicio sufrido.
Por intermedio de su abogado, Anadelia Acosta Armoa presentó en la mañana de este viernes su renuncia ante la Dirección de Recursos Humanos de la Cámara Baja. El presidente de Diputados, Raúl Latorre, aceptó el documento.
