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El senador cartista que integra la comisión “garrote” del Congreso, un fuerte impulsor de la Ley contra las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), Gustavo Leite Gusinky, en la semana última se vio obligado a admitir que había sido también es un “oenegero”, término con el que se refirió a representantes de organizaciones de la sociedad civil contra quienes -según admitió en un audio filtrado- tienen un plan para que “mueran política y socialmente en Paraguay”.
Al verse expuesto, Leite intentó alegar que a diferencia de las ONG a las que persiguen a través de la “comisión garrote”, él es un “oenegero transparente”, aunque cada vez aparecen más hechos que lo dejan en ridículo.
Resulta que la ONG “Asociación Civil Comunidad Cenáculo del Paraguay”, presidida por la esposa de ese senador cartista, Paola Serrati de Leite, y de la cual Leite fue tesorero hasta julio del año pasado -según sus propios dichos y un dato importante para más adelante-, figuraba como inactiva ante los registros obligatorios de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad).
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Por otra parte, directamente no figura en el Censo sobre Centros de Tratamiento para personas con problemas derivados del consumo de alcohol y otras drogas de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Ahora se suma el hecho de que el supuesto “oenegero transparente” tampoco reportó su vínculo con la ONG en su Declaración Jurada de Intereses presentada ante la Contraloría General de la República (CGR) el 16 de octubre del año pasado, cuando todavía regía la obligación mediante la Ley Nº 7089 /2023 “que establece el régimen de prevención, corrección y sanción de conflictos de intereses en la Función Pública”.
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Dicha ley, bastardeada en enero de este año por el cartismo y sus satélites, con la complicidad de Santiago Peña, obligaba a reportar todos los cargos ocupados en el sector privado (incluidas ONG) hasta dos años antes de asumir cargos públicos.
Puntualmente, el artículo 14 sobre el “Contenido de la declaración jurada de intereses” en su inciso d, establecía la obligatoriedad de “la identificación de todos los cargos ocupados en el sector privado por parte del declarante ya sea como director, consultor, representante o empleado de cualquier emprendimiento comercial, organización con o sin fines de lucro, especificando al empleador, contratante o a la persona para quien haya brindado los servicios descritos precedentemente, o a quien haya representado”.
También agrega que “cuando se trate de la presentación de la declaración al momento de la toma de posesión del cargo, la información abarcará los 2 (dos) años inmediatamente anteriores a la declaración”.
Leite declaró 4 cargos ocupados en el sector privado antes de asumir, y 16 vínculos laborales en carácter de “profesional independiente”, entre ellos, la empresa del entonces Grupo Cartes, “HC Innovations”.
En ninguna parte incluyó su rol como “tesorero” en la ONG, e incluso mencionaba que su esposa no trabaja en sitio alguno. El inciso b del artículo 14 también establecía la obligación de declarar, aunque el vínculo “sea remunerado u honorario”.
Hoy prometió dar documentos
Para las 11:00 de hoy, en la sala de prensa de la Cámara Alta, el senador cartista Gustavo Leite convocó a periodistas acreditados para realizar “una rendición de cuentas de los últimos 5 años de la Comunidad Cenáculo del Paraguay”, de la que supuestamente ya no forma parte (aunque sí sigue ligada ahí su esposa Paola Serrati de Leite). Primeros datos confirman que recibieron dinero de Tabacalera del Este SA y de Itaipú.