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La cuestionada Comisión Anti Lavado, tildada como “Comisión garrote” por la oposición, se reunirá mañana de tarde.
El presidente de ese nuevo órgano es el liberocartista expulsado del PLRA, senador Dionsio Amarilla, y los demás miembros por el Senado son Gustavo Leite (ANR, HC) y Colym Soroka (ANR, aliado cartista). Los diputados que completan el grupo son los cartistas Rodrigo Gamarra, Héctor “Bocha” Figueredo y Jatar “Oso” Fernández, este último es un tránsfuga que ingresó al Congreso por Cruzada Nacional y ahora es oficialista.
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Amarilla y Leite dijeron que la prioridad de esta CBI será investigar casos de lavado, a las ONG y el tráfico de armas. Sin embargo, los propios oficialistas admiten que el objetivo real es atacar al Banco Atlas, parte del grupo empresarial Zuccolillo, dueño de ABC Color.
En total contrasentido, no abordarán el caso del supuesto narcodiputado Eulalio “Lalo” Gomes, abatido por la policía, ni el “caso Messer”. Los cartistas no ocultan que esta CBI fue creada como una venganza contra la Comisión Anti Lavado que había presidido el entonces senador Jorge Querey (FG), quien expuso cómo el gobierno de Horacio Cartes liberó controles a Darío Messer (condenado en Brasil) y otros.
Las conclusiones de esa comisión fueron remitidas a la Fiscalía y hasta ahora fueron cajoneadas tanto por Sandra Quiñónez como por su sucesor Emiliano Rolón.
El senador Rafael Filizzola (PDP) y el activista Ezequiel Santagada han advertido que la resolución de tener sesiones secretas violan la Constitución Nacional, la ley de acceso a la información pública y la sentencia de la Corte Suprema sobre el libre acceso a la información pública.
Soroka, miembro de esta CBI, ha dicho que pedirá que las sesiones sean públicas.
Lavado de cara a amigos y persecusión
La diputada Johanna Ortega (PPS) dijo que la comisión “garrote” del cartismo ya evidencia que sus integrantes no tienen intención de aclarar nada sino perseguir a opositores, pero sí remarcó que tiene otro objetivo, “lavar el rostro” a los suyos.
Kattya González, exsenadora expulsada del Congreso por orden del cartismo, dijo que los miembros de la comisión “garrote”, lejos de investigar el lavado o luchar contra el crimen organizado, usarán el órgano para perseguir adversarios políticos.