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“Con Fabi (Souto) estamos trabajando en varios proyectos y hoy sentimos en cariño de la gente de nuestra querida ciudad de Pilar”, escribió el pasado viernes en su cuenta en X, su esposo y vicepresidente de la República, Pedro Alliana, lo que sería una novedad, ya que en su primer año de gestión, Souto fue absolutamente irrelevante en la Cámara Baja, no solo por sus nulas intervenciones en la sesiones, sino también en cuanto a presentación de proyectos con apenas 4, según el registro oficial de la Dirección de Estadística de la Cámara de Diputados.
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Souto ingresó a la Cámara de Diputados con cero voto y calificaría como “nepoesposa”, ya que asumió el 10 de agosto del año pasado como titular tras la renuncia del exdiputado electo colorado cartista Luis Benítez, que de la mano de Alliana fue designado titular de la Entidad Binacional Yacyreta (EBY).
En nivel de improductividad legislativa, entre los 80, Souto solo es igualada por su colega cartista Sebatián Remesowski, con la salvedad que este asumió la banca mucho después, en diciembre del 2023, en reemplazo del fallecido Walter Harms (ANR, HC).
El informe de estadística de la Cámara Baja (ver fasimil) señala que hasta el 26 de junio pasado, Souto firmó con otros colegas -lo que no implica elaboración propia- 3 proyectos de ley y un proyecto de resolución en el primer periodo legislativo pasado.
Desde el corte en dicho informe hasta la fecha, su “productividad” no repuntó demasiado, volviendo a sumar un solo proyecto en conjunto con otros pares y adhirió su firma a dos resoluciones de la cámara.
En las sesiones, su voz es desconocida, puesto que en todo el año de gestión no ha hecho uso de la palabra, ni en la etapa de oradores y menos para argumentar proyecto de ley.
La misma ni siquiera hizo uso de la palabra para opinar durante el tratamiento de al menos dos pedidos de declaración de emergencia para Ñeembucú y de esa forma ayudar a afectados por inundaciones.
Figura como miembro de solo dos comisiones y pese a su escasa productividad, la legisladora cartista cobra igual que todos sus demás colegas mensualmente la suma de G. 32.774.840.
Habló para decir no a pacientes oncológicos
Las únicas veces que habló la diputada Fabiana Souto (ANR, cartista) fue obligada para emitir su voto “nominal”, siendo uno de los casos más significativos cuando votó en contra de dotar de recursos para el tratamiento de enfermos oncológicos, mediante el aumento del 2% del impuesto selectivo al consumo (ISC) de tabaco, en consonancia con la bancada cartista.
Ni siquiera el hecho de acompañar a su esposo en la lucha contra la enfermedad, y que este, a diferencia de la mayoría de los paraguayos consiguió tratamiento en el exterior, hizo variar el voto de Souto, que votó en contra de la iniciativa analizada en sesión ordinaria del pasado 19 de junio.
Otra votación significativa de la esposa del vicepresidente se registró el 23 de mayo pasado, cuando se sumó al rechazo del proyecto de ley que planteaba la imprescriptibilidad de hechos de corrupción.
También fue una de las firmantes del proyecto de ley que “aniquiló” la Ley que castigaba el conflicto de intereses en la Función Pública e impedía las “puertas giratorias”.
Además de ubicar a su esposa en Diputados, el vicepresidente Alliana tiene en dicha institución a su hija, Montserrat Alliana Encina, quién fue ingresada por la ventana y cobra mensualmente G. 18.274.300.