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La sesión ordinaria de la Cámara de Senadores fue pausada para que los parlamentarios almorzaran el asado de despedida de Silvio “Beto” Ovelar como presidente, además de inaugurar las millonarias obras hechas en el quincho.
La obra costó al Congreso Nacional G. 700 millones y dio un total de G. 1.200 millones con intervenciones en otras zonas, especialmente en el quincho y comedor.
“La idea del almuerzo es para que se vea íntegramente todo, porque a veces vemos obras sobredimensionadas o sobrefacturadas”, manifestó.
En un intento por explicar la importancia de contar con un amplio y muy costoso quincho en las instalaciones del Congreso, dijo que con la ampliación de las oficinas para las comisiones quedó “apenas un pasillito” con el comedor y la cocina.
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“¿Qué hubiese pasado en caso de un incendio? Hoy le estamos dando cierta comodidad porque esto no es para los senadores, es para la gente que viene”, aseguró.
Ovelar aprovechó la ocasión para hacer un recorrido y mostrar la nueva zona del comedor, al costado de la sala de sesiones, donde hace unos días fueron fotografiados algunos parlamentarios mientras almorzaban, entre ellos “Bachi” Núñez.
Ratas en el Congreso
También fue consultado sobre la aparición de ratas en varias dependencias del edificio parlamentario y dijo que hay cosas que no se pueden evitar.
“El Congreso tiene fallas estructurales de origen, por ejemplo. ¿Les parece correcta la ubicación de la cocina ahí adentro con el peligro que eso concitaba?”, respondió. Aseguró que se trata de precautelar la seguridad de las personas que trabajan y visitan el edificio.
Al ser consultado si eliminar las ratas del Congreso será tarea de Basilio “Bachi” Núñez, quien asumirá la presidencia, respondió: “probablemente”.
