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En el marco de este nuevo modelo de gestión penitenciaria que ya viene trabajando dentro del Viceministerio de Política Criminal, que encabezó este último año, el recientemente designado ministro de Justicia Rodrigo Nicora mencionó que se centrará en tres ejes principales.
El primero de ellos es la infraestructura, en el marco del cual habilitó las penitenciarías de Minga Guasu y Martín Mendoza, con módulos de máxima seguridad.
En este sentido apunta a equipar ambas completamente para tener más plazas dentro del sistema.
Como segundo eje citó el factor humano. Explicó que de nada sirve tener cárceles de primer nivel si el personal es funcional a las personas privadas de su libertad, de lo contrario tendremos el mismo mal resultado.
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Se deben lograr programas de reinserción efectivos
Como tercer eje mencionó lograr que los programas de reinserción sean verdaderamente efectivos. Para conseguirlo, según el ministro, es clave la clasificación de las personas privadas de su libertad.
“No se puede pretender que un programa de reinserción tenga el efecto que uno busca si tenés en el mismo igar a u procesado pro robo y a otro por sicariato”, puntualizó el ministro.
Como cuarta clave para mejorar el sistema penitenciario, se refirió también a la provisión de alimentos de manera continua y eficiente para los privados de su libertad, así como también la atención sanitaria, área que está completamente abandonada actualmente.
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Grupos criminales se aprovechan de falencias
Explicó que con esas precariedades lo único que se consigue es fortalecer las organizaciones, ya que los capos de las gavillas criminales se aprovechan de las falencias para lograr que los internos hagan lo que sea a cambio de comida o medicamentos.
Citó que existen actualmente tenemos en hombres 11.693 procesados sin condena condenados 5.000. De esto, concluyó el ministro, que hay una gran población que está siendo catigada “de antemano”, sin que se les ofrezcan las garantías mínimas, cuando inclusive podrían ser inocentes muchas de ellas.
En cuanto a los condenados, Nicora se compromete a programas de reinserción que sean efectivos.
Resaltó que la solución no es meter a seres humanos depositados en un lugar sin derechos básicos, pues por el cotrario el impacto es mucho mayor posteriormente, ya que salen “profesionalizados en la delincuencia”.
Se debe revisar política criminal actual
Recordó que el fin de la condena, más allá del castigo, es buscar que la persona repare el daño causado, y sea reingresado a la sociedad, sin volver a cometer delitos.
El ministro reconoció que el camino en el que nos encontramos tiene que ser revisado en cuanto a política criminal de Estado, pues construir nuevas cárceles no es la solución.
Con relación a las personas adictas dentro de las penitenciarías, admitió que es un gran desafío.
Habló del plan sumar, quien ya está tomando acciones para abordar el flagelo, ya que el interno en situación de adicción necesita un tratamiento distinto al del sistema normal de reclusión.
Recordemos que esta semana, Ángel Barchini renunció al Ministerio de Justicia alegando motivos personales. Él mismo se presentó en conferencia de prensa a comunicar su renuncia y leer la nota que le envió al presidente. Pese a esta versión oficial, se maneja en los pasillos que la renuncia habría sido solicitada por Santiago Peña, debido a las últimas declaraciones de Barchini que generaron malestar en diversos sectores de la sociedad.