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Mantenimiento programado y no programado, gastos operacionales para el retiro del avión de San Pablo (Brasil), suscripciones, vuelo de prueba, viáticos y pasajes para pilotos figuran como los conceptos en las facturas presentadas a la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) por la empresa Royal FBO Service, cuyo CEO es Pedro Morales, sobre el avión Jet Cessna Citation Sovereign 680, con matrícula FAP 3001.
Los comprobantes corresponden a los trabajos en el marco de la reparación de la aeronave entre los meses de julio y finales de octubre del año pasado, según el detalle de los informes elaborados por la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) para el correspondiente pago.
Lo cierto es que todas esas facturas, con los conceptos específicos, suman un poco más de US$ 574.000, alrededor de G. 4.212 millones, es decir, la reparación de la aeronave presidencial le costó solo esa suma de dinero a la EBY.
Lo llamativo es que en la nota enviada por el Ministerio de Relaciones Exteriores el 12 de octubre de 2023 a la Embajada de Taiwán, en la cual menciona la “urgencia” para cubrir el mantenimiento y reparación del avión y helicóptero presidencial, aparece el monto superior a US$ 1.748.000 (G. 12.812 millones). En otras palabras supera, curiosamente, por más del millón de dólares el supuesto monto a pagar por el mismo servicio.
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En la solicitud de la Cancillería paraguaya se mencionaba el uso del remanente de fondos que debían destinarse a la construcción de viviendas en marco del proyecto Che Tapýi I. El Gobierno taiwanés dio su conformidad, decisión que incluso se comunicó al Ministerio de Economía y Finanzas. Sin embargo, el Gobierno de nuestro país, comunicado escueto mediante, desmintió el uso de dichos recursos.
El ministro de Defensa Nacional, Óscar González, afirmó que finalmente la EBY pagó el mantenimiento del avión presidencial en virtud de un convenio con la FAP, pero no dieron más detalles ni montos.
Orden de compra y pagos de la EBY
ABC accedió a los documentos con los cuales se pudo mostrar que efectivamente existía un convenio de la EBY con la Fuerza Aérea Paraguaya para la operatividad del jet presidencial. El 4 de agosto de 2023, el entonces director de la binacional, Nicanor Duarte Frutos, firmó la orden de compra correspondiente al ejercicio 2023.
La previsión era por US$ 1.810.298 (G. 13.269 millones) e incluía mantenimientos, gastos operacionales por viajes presidenciales, seguros, suscripciones y capacitación a tripulación.
De ese monto total, la EBY pagó en agosto, octubre, noviembre y diciembre del año pasado un poco más de US$ 1.161.362, alrededor de G. 8.512 millones. Esta cifra está igualmente por debajo de la “consulta” –según el Gobierno– para utilizar recursos que eran para construir casas. Los gastos operacionales en el gobierno anterior durante el 2023 fueron de unos US$ 580.000, más de G. 4.251 millones.
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¿Quién se encarga ahora de todo?
Desde su retiro de San Pablo (Brasil), una vez culminado el mantenimiento correspondiente, el jet presidencial ya fue usado por Santiago Peña para varios de sus viajes como mandatario. Un posteo de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), por ejemplo, muestra que el 8 de noviembre de 2023 el mandatario regresó en dicha aeronave de su viaje oficial a la República de Chile.
Datos a los que accedió ABC revelan que la operatividad del jet ya no está a cargo de la empresa Royal. La actual compañía a cargo es todo un misterio.