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Luana González es una joven de 16 años que vive con sus padres y sus dos hermanas menores en la Colonia Andrés Barbero de San Pedro de Ycuamandyyú, departamento de San Pedro. Ella está estudiando el Tercer Año del Bachillerato de Ciencias Sociales en el Colegio Nacional Andrés Barbero, una institución educativa importante y olvidada de la zona.
Comentó que, de lunes a viernes, debe viajar al menos cinco kilómetros en camino de tierra para llegar al colegio donde estudia. Agregó que en los días lluviosos, los caminos se convierten intransitables por el barro que se genera. Refirió que, para no perder clases en días de lluvias, ella y sus compañeros a veces buscan la manera de llegar hasta el aula, que también tiene fisuras y goteras.
Como medida de protesta, la joven se encadenó en la institución contra la decadente situación educativa: su colegio necesita aulas y rubros docentes. Algunos padres también le acompañaron en su medida de fuerza. Denunció además que ya habían solicitado apoyo a las instituciones pertinentes, pero estas ignoraron los pedidos.
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Manifestó que su mayor inspiración y la de sus compañeros es que los niños de la Colonia Andrés Barbero puedan tener una mejor calidad educativa. Lamentó que sus hermanitas estén estudiando en un “aula fantasma” porque no fueron construidas debidamente. Lamentó que en la institución quedó inconclusa y abandonada la construcción de un aula, que figura como concluida en la Municipalidad.
Deserción escolar es una realidad, sostiene Luana
Luana denunció además que fue testigo de cómo la deserción escolar afecta a su entorno. Relató que tres amigos suyos tuvieron que dejar sus estudios debido a diversas limitaciones, como económicas. Lamentó que sus conocidos debían terminar el colegio, pero no lo lograron. En ese sentido, la joven reiteró que la educación es sumamente importante en la zona, es por eso que exige a las autoridades la adecuada inversión al sistema educativo.
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Luana expresó que todavía no sabe qué estudiar en la universidad. Sostuvo que actualmente se está enfocando en terminar su estudio secundario. Agregó además que siempre busca superarse como persona. Refirió que en su tiempo libre utiliza una app para estudiar idiomas de manera online y gratuita. Agregó además que buscó estudiar inglés en San Pedro, pero debía viajar aproximadamente 70 kilómetros.
Luana, hija de un agricultor y una docente
Luana contó que su papá es agricultor y su mamá se dedica a la docencia. En su tiempo libre, la joven ayuda a su familia en la casa, además también apoya a sus dos hermanas menores en sus tareas escolares.
Escribió un poema: “Yo no entiendo a los míos”
Agregó que uno de sus pasatiempos también es escribir. La joven también escribió un poema “Yo no entiendo a los míos”. Comentó que es parte de una obra que estaba preparando hace aproximadamente dos años. Subrayó que su mayor inspiración fue las falencias de las políticas públicas en la zona que vive.
“Yo no entiendo a los míos”, por Luana González
Yo no entiendo a los míos,
y aunque por más que suspiro
aún no me cabe en el desvarío.
Qué ni el más angosto de los hilos,
del traje refinado y tan fino,
bien de don Mengano, un amigo
ni el indio José haya oído...
Como no entiendo a los míos;
el ensanchar de sus ventanas,
el currículo de sus almas,
esas pupilas dilatadas
y el ahíto bermellón,
esas polcas y caravanas
y las rasgadas al pabellón.
Yo no entiendo a mis hermanos;
el país tropical y sus hijos templados;
El deploro de los pródigos
en un dialecto supliciado
la joya que no nos robaron.
Ni en mis delirios más salados
nunca entendí a mis hermanos.
Yo quiero al azahar en mi blanco
un rojo sin teñidas de amos
y un azul de serenidad
sin nubarrones a la libertad;
Ay, mis entelequias de rosado
cosas mías y de errados,
humildemente los raros.
Sus padres le inculcan a luchar por sus derechos
Por otro lado, el padre de la joven, Nimio González, también habló con ABC y sostuvo que siempre intentaron incentivar a su hija para que reclame sus derechos. Como responsable de la menor de edad, agregó que apoya a su hija y la acompaña en su lucha exigiendo a las autoridades la correcta inversión.
El señor Nimio contó que varios padres de la Colonia Andrés Barbero también están cansados de la desidia de las autoridades. Agregó que los padres proponen que, la sala de clase que fue construida recientemente y ya presenta fisuras, sea demolida. Sostiene que la edificación presenta un peligro para los estudiantes, porque fue hecha precariamente y puede derrumbarse.