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En conversación con medios de comunicación este martes, el presidente Santiago Peña admitió que los casos de feminicidio continúan siendo un “flagelo” y una “preocupación enorme” para el Gobierno, días después de que se registrara en Itá el asesinato de una mujer y su hija adolescente, presuntamente a manos de un hombre que era expareja de la primera.
“Es una preocupación enorme, estamos muy mal en esa situación, seguimos lamentando día a día asesinatos de mujeres, de madres, de esposas”, dijo el presidente Peña al retirarse de un acto en la avenida Costanera de Asunción.
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“Nos queda un largo camino”, dijo el mandatario. Agregó que sigue siendo necesaria una mejor coordinación entre el Poder Judicial y los demás del Estado para impedir que personas procesadas por hechos de violencia familiar sean liberadas con tanta facilidad.
Prevención y sanciones
Según se reportó, el presunto autor del doble crimen del pasado fin de semana en Itá tenía una orden de restricción de acercarse a la víctima por un hecho previo de violencia familiar.
Sin embargo, esa orden feneció a mediados de marzo, luego de seis meses de vigencia.
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El doble crimen de Itá volvió a traer a debate la necesidad de implementar medidas como la aplicación de tobilleras electrónicas en personas con órdenes de restricción, además de la urgencia de acciones más decisivas en pos de la prevención de hechos de violencia familiar por medio de la educación, tratamiento psicológico y la disuasión por medio de la mejor aplicación de sanciones.