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El gobierno de Santiago Peña planifica la compra de seis aviones Embraer A-29 Super Tucano a un precio unitario de US$ 20 millones. La firma había hecho la semana pasada una demostración con sus unidades en el Comando de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) en el marco de un acto oficial para conmemorar los 101 años de vida institucional de este grupo táctico.
El senador liberal Eduardo Nakayama cuestionó que Brasil negociaba la venta de 12 unidades a Uruguay, ofreciendo cada aeronave a US$ 3 millones, lo que representa una -cuando menos- dudosa diferencia. También mencionó que Colombia adquirió estas aeronaves a US$ 9,3 millones.
El ministro de Defensa Nacional, Óscar González, explicó que la diferencia se da porque el Gobierno paraguayo busca adquirir aviones nuevos de la empresa fabricante, a diferencia de Uruguay que quiso adquirir unidades usadas durante 15 años por la Fuerza Aérea del Brasil. En cuanto a Colombia, dijo que este país compró aeronaves de versiones anteriores y sin armamento.
“Uruguay quiso comprar aviones Super Tucanos usados y entiendo que el ofrecimiento no fue de la empresa, sino de la Fuerza Aérea brasileña que tenía Super Tucanos usados por 15 años; por eso el precio es muy bajo. Y lo de Colombia fueron sin armamentos ni la tecnología que se cuenta ahora”, dijo.
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Justifica compra de aviones
En total, el Ejecutivo paraguayo requería de US$ 121 millones para la compra de seis aviones Super Tucano A29, revitalización de otras seis aeronaves AT27 Tucano, el simulador, la construcción del hangar, el soporte logístico y el entrenamiento de ocho pilotos y 12 mecánicos, según explicó.
González afirmó que la intención de nuestro país es apenas un interés de compra porque no se inició aún el proceso de adquisición. Incluso, manifestó que no hay siquiera fuente de financiación, la cual -dijo- la definirá el Ejecutivo.
También justificó la compra de los aeronaves, ante los cuestionamientos de que dicho monto podría destinarse a otras urgencias, como las de salud pública.
“No podemos confrontar la compra de aeronaves con equipamiento de hospitales. Al contrario, esos dos aspectos tienen que ir de la mano. Es más, asegurando nuestro espacio aéreo vamos a hacer que disminuya el narcotráfico y, al disminuir, vamos a tener menos ofertas de estupefacientes en las calles, ¿y eso no es proteger la salud pública?”, cuestionó.
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Radares y ley de derribo de aviones
El ministro de Defensa agregó que para la seguridad aérea no se prevé solo la compra de aviones, sino también de radares, además de buscar la aprobación de la ley de derribo de aviones.
Sobre la compra de radares aéreos para dar cumplimiento a la Ley Nº 7.151/23, indicó que se requiere de US$ 100 millones. Destacó que es una necesidad, pero que no cuentan con dicho presupuesto.