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En comunicación con ABC Cardinal este lunes, el diputado Rubén Rubin (Hagamos) habló del proyecto de ley contra el nepotismo que está en curso en el Congreso Nacional luego de la mediatización de escandalosos casos de familiares de políticos ubicados en la función pública, en muchos casos aparentemente sin preparación ni funciones claras.
El diputado Rubin está trabajando en una versión del proyecto de ley que haría “correcciones” a la versión presentada por el senador Basilio “Bachi” Núñez (ANR), que ha sido cuestionada por contar con “baches” que dejan lugar a interpretación.
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Indicó que es necesario corregir el artículo 1 de la ley, que establece el alcance de la ley a “personas facultadas para nombrar y contratar”, lo que pone la carga de cualquier hecho de nepotismo en la función pública en los ordenadores de gastos de la institución en la que el hecho sea detectado –en el Congreso, los ordenadores serían los presidentes de ambas Cámaras- pero no afecta a las personas que podrían haber ejercido influencia sobre dichos ordenadores para lograr el nombramiento de sus familiares.
La versión del diputado Rubin del proyecto de ley, por lo tanto, modificaría el artículo 1 para que mencione no solo el uso de facultades sino también el de “atribuciones o influencias”.
Señaló que la mención específica de atribuciones e influencias se puede observar en leyes antinepotismo de muchos países.
“No podés dejar a interpretación la ley, porque es un hecho que te van a interpretar mal”, argumentó. “Si les das un metro, dos metros libres te van a agarrar todo ese espacio, y esta ley del nepotismo tiene cien metros de interpretación libre”, agregó.
Familiares de políticos, a concurso
Sin embargo, admitió que la modificación de esa terminología abriría otro problema con la eventual imposibilidad de probar influencia si el hipotético pedido de un legislador, ministro u otro funcionario público al ordenador de gastos para el nombramiento de un familiar suyo se haya hizo no por nota, sino de forma verbal e informal.
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Ante esa eventualidad, el diputado Rubin señaló que es necesario que el proceso de ingreso a la función pública para “cargos de confianza” -que actualmente no requieren que el funcionario pase por un concurso– sea modificado para obligar a los familiares de políticos a someterse a concurso.
“No porque tengas un apellido de político no vas a poder trabajar, pero estás imposibilitado de sumarte a un cargo de confianza sin concurso, para prevenir algún tipo de influencia no comprobable”, explicó.
“El clima es el correcto” para aprobación
Sobre las posibilidades de que su versión modificada del proyecto de ley sea aprobada, el diputado Rubin se mostró optimista, señalando que “en el Congreso todo es una cuestión de tiempo” y que actualmente, con la tensión social y la indignación ciudadana causada por los casos de nepotismo recientemente mediatizados, “el clima es el correcto”.
Afirmó que siente una “inercia positiva” similar al contexto que llevó a la eliminación de los aumentos salariales para congresistas y altos funcionarios del Poder Ejecutivo que estaban previstos para el Presupuesto de Gastos de la Nación de este año.
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“La clase política se da cuenta y dice: ‘Hasta acá, no vamos a poder seguir con estas cosas’ y se van corrigiendo ciertas cosas poco a poco”, dijo.
Agregó que seguirá trabajando con el senador Núñez, líder de la bancada colorada oficialista Honor Colorado y proyectista de la versión del Senado de la propuesta legislativa antinepotismo, y con el senador Patrick Kemper (Hagamos) para llevar adelante el proyecto.
“(El senador Núñez) va a ser una gran mano para conseguirme los votos”, señaló y agregó que si al senador colorado cartista “terminan no gustándole mis correcciones”, presentará su versión del proyecto por su cuenta.