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En la mañana de ayer el presidente del Congreso, Silvio “Beto” Ovelar (ANR, cartista) encabezó una comitiva de funcionarios que intentó “justificar” las millonarias obras de ampliación de la sede del Congreso Nacional por casi G. 5.000 millones, pero el tiro le salió por la culata, ya que además de ser cuestionado sobre el proceso penal en su contra por presunto nepotismo, terminó huyendo de la prensa y suspendiendo las ejecución de los trabajos, ya que a todas luces, buscaban parchar el problema del fondo: que los legisladores llenaron de familiares y operadores políticos el Congreso.
Ovelar guio el recorrido por el subsuelo 1 de la Cámara Baja, yendo hasta la cantina, el “quincho vip” ahora utilizado como comedor y las oficinas de comisiones, intentando mostrar las condiciones de hacinamiento, pero en todo momento le insistió que el problema no era de infraestructura, sino la cantidad de operadores y parientes que metieron.
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“Si me dicen que es un disparate y gasto innecesario, no tengo problema en cortar (las obras)”, repitió Ovelar en gran parte del recorrido, y cuando se le intentó cuestionar por los casos de nepotismo, donde él tiene participación superlativa al tener una investigación penal abierta por “lesión de confianza” a cargo de la fiscal Natalia Fuster, por la contratación en Diputados de su hijo Alejandro Ovelar Ayala, siempre intentó evadir.
“Yo no voy a responder absolutamente nada (sobre los casos de nepotismo) porque yo estoy comprendido entre las generales” y “hoy venimos a debatir otra cuestión”, fueron las respuestas evasivas que dio Ovelar al ser cuestionados por los casos de presunto nepotismo que pululan en el Congreso.
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Siempre procuró redirigir el tema intentando justificar las obras, adjudicadas a las empresas Global Systems S.A., Ritter Construcciones S.R.L y Tecnisys S.R.L., por un total de G. 4.939.612.893.
“¿Quienes son mis mandantes aquí internamente? son mis colegas senadores. Cuando la prensa me consulta, comento todo. Dicen que el sabio nunca dice todo, y el necio es el que dice todo; y yo probablemente soy muy necio y siempre suelo decir todo”, dijo alegando haber informado y actuado en base a los pedidos de sus colegas legisladores.
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Finalmente, tras las insistentes consultas sobre la investigación penal en su contra, tras denuncia presentada por la abogada Teresa Flecha, que el lunes además solicitó la ampliación para incluir también al presidente de Diputados, Raúl Latorre (ANR, HC), Ovelar respondió escuetamente.
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“No porque yo sea presidente del Congreso, la Fiscalía debe dejar de investigar. Yo estoy abierto a cualquier tipo de investigación como cualquier otro ciudadano. Que el Ministerio Público haga el trabajo que tenga que hacer, yo me voy a someter a lo que nos exige la Constitución. Yo soy uno más”, afirmó.
Finalmente se le consultó si aceptaría su desafuero, a lo que respondió: “Sin ningún tipo de inconveniente” . Tras ello, escapó corriendo hasta el ascensor.